Quizás ya ni recuerdas la última vez que te enfrentaste a un libro o unos apuntes, ni tampoco recuerdas ese cosquilleo de nervios que se siente antes de un examen importante. ¡Es normal! Han pasado varios años desde que pusiste fin a tus estudios para centrarte en tu carrera profesional o en otras responsabilidades. Sin embargo, bien por reorientar tu carrera laboral o bien porque has sufrido la pérdida de tu empleo, decides preparar una oposición de entre la gran oferta de plazas existentes en la actualidad.
El cambio no es sencillo, pero tampoco imposible. Volver al mundo del estudio tras unos años de pausa exige fuerza de voluntad, constancia y adaptación. Vas a necesitar rememorar viejas técnicas de estudio, entrenar nuevos hábitos de aprendizaje y, sobre todo, creer en ti mismo.
Pero, no todo son malas noticias. La parte positiva es que, si alguna vez lograste estudiar con éxito, puedes hacerlo de nuevo. Con la actitud adecuada y los recursos necesarios, tienes todo lo que hace falta para superar este desafío. En el artículo de hoy, vamos a darte una serie de consejos que te ayudarán a retomar el hábito de estudio y a abordar tu oposición con confianza.
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Opositar también es trabajar
Un error muy común a la hora de preparar una oposición, especialmente si has pasado varios años sin estudiar, es no tomarla con la seriedad que esta requiere. La preparación de una oposición debe entenderse como un trabajo a tiempo completo, con jornadas estructuradas y objetivos bien definidos.
Tienes que pensar en el estudio de la oposición como una inversión a largo plazo. Siempre que puedas y tus circunstancias no te lo impidan, dedica de 6 a 8 horas diarias, tal y como lo harías en un empleo tradicional, y establece una rutina estricta que incluya:
- Horarios fijos: Define un horario para dar comienzo a tu jornada de estudio, así como otro para terminar cada día. Respeta este horario tal y como lo harías yendo a la oficina.
- Hábitos de estudio consistentes: Evita las distracciones, crea un espacio de estudio cómodo y establece metas diarias, como completar un tema, repasar un bloque de apuntes o realizar un simulacro de examen.
- Descansos bien programados: Al igual que en el trabajo, incluye pausas cada 50-60 minutos. Aprovecha esos descansos para despejarte y volver con más energía.
Si piensas que el periodo que estás dedicando a la oposición como un trabajo no remunerado con grandes rendimientos futuros, estarás construyendo una mentalidad sólida y disciplinada. Esto no solo te va a ayudar a organizarte correctamente, sino que también te dará esa confianza y tranquilidad que requiere una preparación de oposiciones.
Si has trabajado durante estos últimos años…¡Aprovéchalo! Ya tienes una buena rutina para no partir de cero. Utiliza esa experiencia laboral como una ventaja: ya sabes cómo gestionar tus responsabilidades y cumplir con horarios y objetivos. Ahora, simplemente aplica esas mismas pautas a tu preparación.
Las prisas son siempre malas consejeras
Cuando vuelves a estudiar después de años sin tocar unos apuntes, es totalmente normal sentir que las horas vuelan y que tu rendimiento disminuye a medida que va avanzando el día. Ten en cuenta que este proceso requiere un periodo de adaptación progresiva. Imagínate que eres un atleta y debes volver al deporte tras una lesión de muchos meses… ¿Verdad que necesitarás tiempo para ponerse en forma y recuperar tu mejor versión?
Si notas que tus avances son más lentos de lo que esperabas, no te desesperes, vas por el buen camino. La paciencia es la clave para no desfallecer en el camino hacia tu objetivo. En lugar de centrarte en la velocidad, céntrate en la calidad de tu estudio. Con cada día que dediques al aprendizaje, irás construyendo un progreso sólido que te permitirá recuperar la confianza y las sensaciones de tus años como estudiante.
Consejos prácticos para estudiar sin prisas
- Acepta tu ritmo: Cada persona tiene su propio ritmo de aprendizaje. ¡No te compares con nadie! Avanza a tu manera, pero de una forma constante.
- Divide tus sesiones de estudio: En lugar de estudiar durante largas horas seguidas, organiza tu jornada en bloques de tiempo. Por ejemplo, puedes dedicar 50 minutos al estudio y 10 al descanso. De esta manera, evitarás el agotamiento mental y mantendrás la concentración más fácilmente.
- Prioriza la calidad sobre la cantidad: Ten claro que no importa cuántas horas dediques a estudiar si no estás asimilando correctamente la información. Es mejor que estudies dos horas concentrado al máximo, que pasar cinco horas mirando a los apuntes como el que mira una pared en blanco.
- Sé paciente contigo mismo: Si hoy no logras cumplir con tus objetivos del día o no puedes dedicar las horas que te has marcado en el horario, no te castigues. Mañana es un nuevo día para que sigas avanzando. La clave es mantener la constancia.
- Gestiona tus responsabilidades: Es cierto que las obligaciones de la vida adulta, como el hogar o la familia, pueden restarte tiempo. Te recomendamos que establezcas límites claros para dedicarle al estudio el espacio que se merece en tu rutina diaria.
La importancia de la paciencia
No vamos a parar de repetir esta palabra: paciencia. Es importante que la profundices bien en tu mente. La paciencia y el estudio progresivo son tus mejores aliados. Estudiar con prisas o ir «como pollo sin cabeza» solo va a generarte ansiedad, malos resultados y una reducción de tu capacidad de retención.
Revisa tus métodos de estudio
¿Cuánto tiempo ha pasado desde que abriste un libro? Los tiempos han cambiado y, con ellos, las técnicas de estudio y los recursos disponibles. Durante tu etapa en el instituto o la universidad, no existían herramientas como las que tenemos a día de hoy. Las nuevas tecnologías pueden ser tus mayores aliadas (y tu peor enemiga).
Para adaptarte a esta realidad tecnológica, es fundamental que revises y actualices tus métodos de estudio. Las técnicas que usabas hace años pueden no ser suficientes para enfrentarte al nivel de exigencia de una oposición actual.
Estas son algunas de nuestras recomendaciones:
- Aprovecha los recursos online: Internet es una fuente inagotable de herramientas y recursos que puedes utilizar en tu estudio. Desde plataformas de aprendizaje hasta vídeos explicativos, simulacros de examen, foros de apoyo, planificadores, etc. Las posibilidades que tenemos a nuestro alcance son enormes. Investiga bien y selecciona los recursos o plataformas que mejor se adapten a tu estilo de aprendizaje.
- Gestiona el uso de tu smartphone: Aunque el móvil puede ser muy útil para buscar información o acceder a aplicaciones de estudio, también es una fuente enorme de distracciones. Lo primero que deberías hacer es desactivar las notificaciones durante tus sesiones de estudio. Hay algunas apps muy interesantes como Forest o Focus To-Do para gestionar tu tiempo y te ayudarán a mantener la concentración. Por último, aléjate de redes sociales mientras estudias.
- Aprende y déjate aconsejar por expertos: Contar con el apoyo de preparadores o academias especializadas puede marcar la diferencia. Ellos te ayudarán a estructurar tus estudios y a identificar las areas en las que debes centrarte más.
- Completa tu formación con cursos baremables: Existen cursos homologados que, además de ayudarte a sumar méritos y a complementar tu preparación, te permitirán desarrollar nuevas habilidades y actualizar tus conocimientos. Te recomendamos que le eches un ojo al gran catálogo de cursos que desde APPF ponemos a tu disposición.
- Explora nuevas técnicas de estudio: Por ejemplo, los mapas mentales te ayudan a organizar ideas y conceptos de un solo vistazo; la Técnica Pomodoro es muy utilizada entre los opositores, ya que divide el tiempo en bloques de 25 minutos de estudio y 5 de descanso; o el aprendizaje activo, que en lugar de solamente leer, deberás ir haciendo preguntas, resúmenes y explicaciones en voz alta.
El éxito en tu oposición no depende solamente de cuánto tiempo estudies, sino de cómo lo hagas. Adapta tus métodos a las herramientas y recursos actuales para mejorar tu eficiencia y seguridad en el proceso.
Optimismo y metas
Este consejo no solamente es aplicable a quienes retoman el estudio tras años sin haberlo hecho, sino a cualquier opositor en general. Afrontar esta etapa con ilusión y optimismo es tan importante como tener voluntad y constancia. Una actitud positiva va a darte la fuerza necesaria para que puedas superar todas aquellas dificultades que se te pongan en el camino, además de mantenerte enfocado siempre en tu meta.
Al iniciar esta nueva etapa, es importante que te centres en tu propio progreso y evites compararte con otros candidatos. Las diferencias de edad o experiencia no determinan el éxito. Lo que realmente es importante en este proceso es tu capacidad para mantener el esfuerzo día tras día.
Aquí van algunos consejos importantes para mantener ese optimismo a lo largo de tu camino (aunque vayas a experimentar recaídas, que es normal):
- Fija metas claras y alcanzables: ¿Qué oposición quieres aprobar? ¿Qué plazo te das para lograrlo? Divídelo en pasos pequeños y medibles para que cada logro sea una motivación extra.
- Presión social: No te preocupes por lo que otras personas puedan pensar. Es tu proyecto personal y el de nadie más.
- Economía o trabajo: Si compaginas el estudio con un trabajo, te recomendamos que organices tu tiempo para sacar el máximo provecho de ambas actividades.
- Comparaciones con otros opositores: Lo hemos dicho antes, pero es importante que lo tengas en cuenta. Cada camino es único. Concéntrate en tu propio progreso.
- Recuerda tus éxitos pasados: Si alguna vez completaste estudios importantes, como bachillerato o una carrera universitaria, eso demuestra que tienes lo necesario para triunfar de nuevo. El tiempo transcurrido no define tus capacidades.
- Cultiva una actitud positiva: Siempre rodéate de personas que te apoyen y te inspiren, celebra tus avances, enfócate en lo que puedas controlar y deja de lado las preocupaciones innecesarias.
El papel de la salud física y mental en el éxito de una oposición
Cuidar tu cuerpo y tu mente es tan importante como estudiar. La preparación para una oposición es una carrera de fondo que requiere no solo resistencia física, sino resistencia mental. Ignorar este aspecto psicológico puede llevar al agotamiento, reduciendo tu rendimiento y afectando negativamente a tu progreso. Por eso, dedicar tiempo a cuidar tu bienestar debe ser parte de tu planificación.
Aquí van algunas claves para mantener la salud física y mental durante tu preparación:
- Establece una rutina de descanso adecuada. Duerme bien entre 7-8 horas.
- Integra el ejercicio físico y estiramientos en tu día a día. Dedica al menos 30 minutos diarios a caminar, estira de vez en cuando y haz ejercicios de meditación.
- Cuida tu alimentación. Incluye en tu dieta alimentos como frutos secos, pesado azul, frutas y verduras.
- Programa actividades que te relajen, como leer, ver una película o pasar tiempo con tus seres queridos.
El éxito está en tus manos
Volver a estudiar después de años puede parecer un desafío abrumador, pero con las estrategias adecuadas, manteniendo una mentalidad positiva y con el compromiso necesario, es completamente posible. Lo importante es entender que cada paso que des, por pequeño que sea, te acerca más a tu objetivo. La constancia, el optimismo y la capacidad de adaptación serán tus mayores aliados en este camino.
No olvides que el aprendizaje no termina en los libros. Explorar nuevas formas de mejorar tu preparación, como apoyarte en recursos actuales y complementar tu estudio con formación adicional, puede marcar una gran diferencia. Existen oportunidades que no solo enriquecen tus conocimientos, sino que también te aportan ventajas competitivas en la fase de concurso.
Prepárate con ilusión, sigue aprendiendo y da cada día lo mejor de ti. El esfuerzo que inviertas hoy será el que construya tu futuro.
> Si quieres complementar tu preparación y sumar méritos esenciales para alcanzar tu objetivo, los cursos homologados de APPF son una excelente opción. Diseñados específicamente para opositores, estos cursos te permiten actualizar tus conocimientos, mejorar tu puntuación y adaptar tu formación a las necesidades actuales. Además, puedes realizarlos de forma online, a tu ritmo y desde la comodidad de tu hogar. Da un paso más hacia tu éxito con una formación que trabaja a tu favor. ¡Explora las opciones disponibles y sigue avanzando en tu camino!