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¿Cuánto dormir durante la preparación de una oposición? : El sueño es una necesidad básica. Como tal, cada individuo debe procurar que las horas que dedica al descanso sean óptimas y de calidad. La respuesta sobre la cantidad de horas de sueño que son más beneficiosas para nuestro organismo siempre ha estado en debate. ¿Hay cumplir a rajatabla con 8 horas de sueño? ¿Dormir 6 o 7 horas serían suficientes para nuestro descanso? O ¿en realidad no existe un canon de sueño, sino que depende de cada circunstancia particular?
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¿Cuánto dormir durante la preparación de una oposición?
Lo que está claro es que el descanso debe ser un apartado inexcusable de nuestro día a día. Y si hablamos del periodo de esfuerzo y concentración que acompaña a la preparación de una oposición, dormir se antoja una necesidad todavía más primordial.
Veamos algunos detalles sobre la importancia del sueño para mejorar el rendimiento del estudiante de oposiciones.
Descanso igual a rendimiento
Muchos opositores piensan que deben aprovechar al máximo el día, exprimiendo las horas de luz e incluso dedicando esfuerzos nocturnos. ¿Para qué dormir si mientras tanto puedo estudiar todavía un poco más? Jornadas de 18 horas de estudio con breves descansos para comer no son equivalentes a una mejor preparación. Puede que su efecto sea justo el contrario.
El sueño es uno de los aspectos que suelen descuidarse en la larga carrera de fondo por aprobar una oposición. Craso error. Nuestro bienestar físico y mental depende directamente de él y nuestras posibilidades de éxito pasan por un equilibrio de ellos.
Sin una rutina de sueño diario establecida en unas 6 u 8 horas, tu cerebro no encontrará la capacidad de memorizar todo lo estudiado durante la jornada. De ahí que un hábito de sueño estable, regular y de calidad contribuya al mejor procesamiento mental de la información adquirida.
¿Cuánto dormir durante la preparación de una oposición? : Los ritmos circadianos, un ciclo que no conviene modificar
Un error frecuente durante el proceso de preparación de una oposición es el de cambiar nuestros hábitos de descanso. Dormir menos horas durante la noche alargando así la jornada de preparación. O aprovechar las horas de calma y silencio de la madrugada para estudiar, amaneciendo en la cama avanzada la mañana.
Cuando hacemos algunas de estas modificaciones en nuestras rutinas de sueño y descanso conviene saber que estamos alterando los llamados ritmos circadianos. Pero ¿qué son?
Los ritmos circadianos son aquellos asociados al llamado reloj biológico humano encargado de transmitir al cerebro las señales para iniciar y finalizar el sueño. Es decir, su misión es la de regular el ciclo de sueño y vigilia. Generalmente en base a la incidencia de la luz en el ojo humano. Si estos se encuentran sincronizados, los procesos biológicos del cuerpo humano (temperatura corporal, hormonas, hábitos alimentarios, digestión, etc.) funcionarán correctamente.
¿Qué pasa cuando alteramos los ritmos circadianos? Al igual que cuando sufrimos Jet-Lag, realizamos una salida nocturna o nos despertamos en mitad de la madrugada, si modificamos nuestra rutina diaria para afrontar la preparación de una oposición estaremos provocando cambios en estos ritmos.
Una alteración de este tipo puede provocar la aparición de somnolencia. La disminución de las capacidades cognitivas durante el periodo de vigilia. Sueño no reparador e incluso insomnio durante el periodo de descanso. Condiciones perjudiciales para el pleno desarrollo de nuestras facultades en el proceso de estudio y aprendizaje.
Entonces, ¿qué consejos debo seguir para dormir mientras preparo una oposición?
El primer consejo es el más elemental, respetar las horas de descanso. La llamada “higiene del sueño”.
Habituarse a cumplir un horario donde queden bien definidas las horas dedicadas al estudio y las horas al sueño. Y procurar obedecer ambos estados al máximo.
Es conveniente irse a la cama sólo en el momento establecido y seguir una rutina de acciones antes de hacerlo (cepillarse los dientes, preparar la ropa del día siguiente, etc.). Levantarse todos los días (incluidos los fines de semana), a la misma hora. No quedarse en la cama despierto más tiempo del necesario. No echarse una siesta durante el día como medio de descanso entre el estudio de tema y tema.
Por supuesto, es de gran ayuda mantener buenos hábitos alimenticios y una dieta equilibrada. No consumir o reducir el consumo de café, té, chocolate o bebidas energéticas. Incluso, dedicar un pequeño espacio del día al ejercicio físico. Con caminar es suficiente.
Procurando cumplir estar pequeñas reglas estaremos preparando a nuestra mente a rendir en plenitud durante las horas de estudio de una oposición. No se trata de estar más horas frente a los libros y los apuntes sino de buscar un equilibrio entre la formación y el reposo que nos permita sacar el mayor provecho a las horas de dedicación de cara a aprobar una oposición.