Avances en medicina se producen, cura de enfermedades, aparición de tecnologías, descubrimientos científicos, mejoras en la atención primaria… Los cambios en el sector salud se han convertido, a lo largo de su historia, en una costumbre. Sin embargo, en los últimos años, estas transformaciones han adquirido una velocidad de vértigo y han propiciado una evolución mucho más rápida de lo normal. La gestión de la información, el trato con el paciente, la prevención o la investigación han sido algunos de los campos que han experimentado su incesante crecimiento.
La sanidad pública y privada de hoy prospera hacia un futuro extraordinario. Un futuro marcado, según apuntan las tendencias, por la aplicación efectiva de las nuevas tecnologías y por el “big data”. Las primeras repercutirán en la comunicación y en los avances médicos, mientras que el correcto tratamiento de la enorme cantidad de datos mejorará la calidad de los servicios de sanitarios. Gracias a estos dos aspectos, el devenir del sector se presenta mucho más optimista. ¿Quieres conocer todos los detalles? ¡Te los desvelamos a continuación!
Indice de contenidos
La telemedicina y las TIC como pieza clave del sector salud
La aplicación de la tecnología en la sanidad transformará, si es que aún no ha comenzado a hacerlo, muchos aspectos de este sector. Una cuestión que plantea oportunidades y desafíos, pero que también es una potente herramienta para el ahorro de costes y la mejora de la eficiencia de los servicios sanitarios. Los retos, en primer lugar, se derivan del empoderamiento digital de los pacientes y, por tanto, la necesidad de saber manejarlo para controlar el impacto que puede tener en los hospitales. Sin embargo, los beneficios son mucho más importantes.
En este sentido, la salud conectada del futuro permitirá ofrecer cobertura en lugares remotos, realizar consultas a distancia, controlar a los pacientes, simplificar la gestión administrativa y el diagnóstico, favorecer el tratamiento y la educación, etcétera. De esta manera, las nuevas tecnologías harán de este un sector, un sector ágil en cuanto a la atención a través de aplicaciones, servicios web, contenidos, dispositivos y, en definitiva, el universo digital.
Además, la telemedicina ha ido ganando terreno y será una potente herramienta para el control, seguimiento y diagnóstico de los pacientes a distancia. Para ello, las aplicaciones de la teleconsulta, la telemonitorización y la telecirugía irán cogiendo cada vez más fuerza hasta convertirse en el día a día de los profesionales sanitarios. Un gran beneficio, sobre todo para quienes viven en ciudades o localidades alejadas de centros, hospitales o ambulatorios.
Las nuevas tecnologías, no obstante, van más allá de la atención. Según las conclusiones del HealthFutureIndex España2017, la conectividad pasará a ser una de las claves en el futuro del sector salud para la prevención de enfermedades. Por ejemplo, como explica Humberto Salicetti para El Comercio, la medicina podrá personalizarse en función del ADN de cada paciente, por lo que dicha prevención será mucho más efectiva.
Las TIC, en definitiva, serán la base del futuro en el sector de salud. Una gran noticia para la sanidad, pues sus ventajas no son pocas. Y es que un buen uso de estas tecnologías puede traducirse en una mejora de la eficiencia de los servicios, una asistencia al paciente más óptima, una prevención más efectiva, una mayor colaboración entre los equipos de un centro u hospital y un sinfín de posibilidades para la reducción de los costes a los que se enfrenta el mundo sanitario.
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La revolución de los datos en la sanidad pública y privada
2020 será un año clave para el sector salud. Según explica Andrés Macario en su blog, se manejarán unos 25.000 petabytes de datos, es decir, una cifra 50 veces mayor a la actual. El big data es el futuro de la sanidad. La revista Forbes manifiesta que, gracias a toda esta cantidad de datos, los profesionales pueden conseguir una información de sus pacientes mucho más valiosa y, en consecuencia, reducir las tasas de mortalidad.
De hecho, el big data ya presume de tener una gran presencia en el escenario sanitario. Así lo corroboran todas las referencias que se acumulan a través de historias médicas, análisis clínicos, administración hospitalaria o documentación científica, entre otros. La estructuración de todos estos contenidos se traducirá, de acuerdo a las opiniones de grandes expertos, en ahorro de costes para el sector.
En conclusión, los hospitales o centros apostarán por organizar sus datos tradicionales, los ocultos en el sistema de almacenamiento y los que provienen de las redes sociales y otros dispositivos de los pacientes, en formato digital para reducir los gastos y para muchas cosas más. Hablamos, por ejemplo, de optimizaciones en la administración, la distribución de medicamentos, la prevención de enfermedades, la individualización de los tratamientos o la consecución de documentación científica que se pueda aplicar a la investigación. El uso de esta información, sin embargo, siempre estará sujeto a la regulación específica sobre protección de datos y seguridad del paciente que rige en sanidad.
El futuro del sector salud, es muy optimista
Las nuevas tecnologías y el big data son dos armas muy potentes que ayudarán a mejorar el funcionamiento de la sanidad, tanto pública como privada. El reto, en este caso, se encuentra en la predisposición de los profesionales sanitarios y de los pacientes a interactuar y comunicarse a través de estas nuevas plataformas y dispositivos.
En ese objetivo por incorporar progresivamente las TIC al sector sanitario, un claro ejemplo está dentro del propio Sistema Nacional de Salud español, el cual tiene en marcha el programa denominado Sanidad en Línea, que permite compaginar online las agendas de salud de ámbito estatal y autonómico logrando así la mejora de la calidad del servicio de salud a los ciudadanos y facilitando el traspaso de datos clínicos entre las diferentes autonomías. Un programa que viene a completar las propias actuaciones comunitarias en materia de interoperabilidad: tarjeta sanitaria, historiales clínicos, recetas electrónicas o cita médica online. Ejemplos de que, indudablemente, las TIC ya se encuentran totalmente establecidas en nuestro país dentro del día a día sanitario.
