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En el post anterior del blog de APPF hablamos de la procrastinación en la preparación de oposiciones. Una práctica capaz de limitar nuestro rendimiento en el estudio y que conviene conocer, para así, entrenar sobre un mejor aprovechamiento del tiempo de trabajo. En este artículo hablaremos de otro concepto que también forma parte de la psicología de la productividad y que está, en ciertos aspectos, relacionado con la procrastinación. La denominada Ley de Parkinson.
Indice de contenidos
¿Qué es la Ley de Parkinson?
Cuando tenemos que realizar una tarea o realizar un trabajo en un plazo concreto de tiempo y no lo finalizamos hasta el último momento estamos cumpliendo con la denominada Ley de Parkinson. La Ley de Parkinson nos dice que la acción que debemos ejecutar la extendemos en el tiempo cuando realmente podría haberse realizado en un tiempo menor.
La Ley de Parkinson fue enunciada por el escritor e historiador británico Cyril Northcote Parkinson en 1957, que definía literalmente esta ley como aquella en que “el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para que se termine”.
La primera vez que se habló de este principio fue en la sátira de las instituciones burocráticas “La ley de Parkinson y otros estudios”. Según Parkinson cuanto más tiempo se disponga para finalizar una tarea, más divagará la mente. Esto provocará que trabajos que, a priori, eran sencillos pudiesen convertirse en más complejos de la cuenta. Para el creador de esta ley el ser humano centrará más su atención y obtendrá mejores resultados bajo la presión de una fecha límite.
Este principio entronca con la procrastinación al incidir sobre la demora de tareas, ya sean por su prolongación en el tiempo o por ser realizadas en el último momento.
Qué supone la aplicación de la ley de Parkinson, durante la preparación de oposiciones
Está claro que la gestión del tiempo es un aspecto fundamental en la preparación de oposiciones. Planificando el estudio o fijando pequeñas metas a corto plazo lograremos buenos hábitos de estudio, mejorará la concentración y se evitarán distracciones indeseadas. Estas decisiones de organización en el estudio contribuirán a la consecución de objetivos de rendimiento y ayudarán en la aplicación de la ley de Parkinson.
Gracias a la aplicación de este principio estaremos, además, combatiendo la creencia generalizada de a mayor tiempo de dedicación a una tarea, mayor calidad y mejores resultados. Un supuesto que no en todos los casos es cierto puesto que el tiempo no es el que garantiza los resultados sino su óptimo empleo.
Con la Ley de Parkinson, también evitaremos la denominada teoría del efecto de la bola de nieve, por la que algo minúsculo acaba inesperadamente por convertirse en algo mucho más grande. En el proceso de la preparación de una oposición, aquel sencillo tema que puede estudiarse en un breve espacio de tiempo pasará por complicarse si se le dedica mayor tiempo del que realmente requiere. En ocasiones, la urgencia pasa por ser un eficaz aliado en nuestro estudio, ayudando a sacar lo mejor de nuestra capacidad de estudio.
Trabajando sobre el principio enunciado por Parkinson en nuestra etapa de preparación de oposición, lograremos un aumento de la productividad, ganaremos concreción, concentración y motivación, sacaremos el máximo provecho a nuestro esfuerzo y además, estaremos logrando un mejor aprovechamiento del tiempo.
Técnicas para aplicar el principio de Parkinson
Si eres de los que estás en plena fase de preparación de oposiciones, seguro que querrás aprovechar las ventajas enunciadas de esta ley. Te aconsejamos que pruebes varias técnicas para ponerlas en práctica y comprobar sus verdaderos resultados. Por ejemplo, planifica y marca límites temporales a cada temario. Límites que deben ser realistas, que sean capaces de definir el día que debes acabar el estudio de ese tema en particular, o el día en que debes hacer el posterior repaso; y, por supuesto, cumple a rajatabla con esos plazos marcados. Puedes probar también a establecer un tiempo límite semejante para cada tema y estudiarlo, no más de ese tiempo, para pasar posteriormente a otro tema, aunque realmente no hayas acabado con el temario. Eso ayudará a mejorar tu sensación de urgencia y al progreso de tu productividad.
En cualquier caso, haz un estudio de tus hábitos y rutinas de estudio y observa en qué aspectos puedes trabajar para aplicar la Ley de Parkinson. Podrás así enriquecer tu rendimiento y tiempos de estudio.