Si estás en plena preparación de una oposición, sabrás que la memoria es como ese amigo que siempre está… hasta que un día decide desaparecer junto cuando más lo necesitas. Te esfuerzas en leer, subrayar, hacer esquemas… y, aún así, hay listados, leyes o clasificaciones que se te resisten.
Aquí es donde entran dos aliados que pueden cambiarte el juego: los acrónimos y los acrósticos. No son fórmulas mágicas, pero sí son herramientas que, bien usadas, pueden ayudarte a grabar en la mente esos contenidos que parecen imposibles.
La buena noticia es que no hace falta tener una memoria prodigiosa para usarlos: se trata de crear trucos personalizados que tu cerebro entiende y recuerda con facilidad. En este artículo vamos a ver qué son, en qué se diferencian y, sobre todo, cómo puedes aplicarlos para que memorizar tu temario deje de ser un dolor de cabeza y se convierta en un reto mucho más llevadero.
Indice de contenidos
Acrónimos y acrósticos: qué son y cómo se forman
Cuando se trata de oposiciones, el temario puede ser como una montaña rusa: empiezas con mucha motivación, pero a medida que avanzas, las cuestas se hacen más empinadas y las listas interminables parecen no acabar nunca. En esos momentos, tener un buen truco de memoria marca la diferencia.
En otros artículos de nuestro blog hemos hablado de las llamadas técnicas mnemotécnicas, un conjunto de estrategias o reglas capaces de ayudarte a memorizar información compleja de forma sencilla por medio de la asociación de ideas. Sin embargo, hay dos que merecen ser destacadas por lo simples y efectivas que son: el acrónimo y el acróstico. No requieren material especial, no ocupan tiempo extra (al contrario, te lo ahorran) y, lo mejor de todo, se adaptan a cualquier materia, desde legislación hasta procedimientos técnicos o clasificaciones largas.
Los acrónimos
Un acrónimo es básicamente una palabra inventada a partir de las letras iniciales (o sílabas) de un conjunto de palabras. Puede sonar técnico, pero es algo que usamos a diario sin darnos cuenta. Ejemplos como ONU (Organización de las Naciones Unidas) o DGT (Dirección General de Tráfico) son acrónimos conocidos, pero en tu oposición puedes crear los tuyos para recordar partes del temario. Otros ejemplos muy fáciles para entender el acrónimo: Spanglish, resultado de Spanish + English o Cantautor, resultado de cantante + autor.
Formar una única palabra a partir de frases incluidas en el temario de una oposición que nos son difíciles de recordar es una buena manera de memorizarlas. Esta es una técnica de memorización de retención que es de las más aplicadas en el estudio.
Los acrósticos
Los acrósticos juegan en otra liga. En lugar de formar una palabra, crea una frase en la que cada palabra empieza con la letra que necesitas recordar. Es como esconder la información en un mensaje secreto. Esta técnica es muy útil cuando pretendemos retener datos o información muy concreta.
Un acróstico es, en realidad, una composición poética con la que se expresa una palabra o mensaje que está escondido de manera vertical en las letras iniciales, medias o finales de cada oración. Esta técnica fue reorientada hacía la memorización y es verdaderamente práctica.
Por ejemplo: Para aprender las partes del Poder Judicial recogidas en la Constitución Española (Jueces, Magistrados, Consejo General del Poder Judicial, Tribunales y Salas), podrías usar: “Juan Mira Cada Tarde Series”. Una imagen mental sencilla, rápida de recordar y directamente vinculada a las iniciales que necesitas.
Ejemplos por ámbito
Acrónimo: CID → Confidencialidad, Información, Decisión.
Acróstico: “Cuando Informo Decido”.
Acrónimo: OCME → Objetivos, Contenidos, Metodología, Evaluación.
Acróstico: “Organizo Clases Mirando Excelencia”.
Acrónimo: OPCIE → Oralidad, Publicidad, Contradicción, Igualdad, Economía.
Acróstico: “Ojalá Pueda Contar Ideas Eficientes”.
Cómo usar acrónimos para memorizar contenidos
La clave está en crear una palabra corta y pronunciable a partir de las iniciales de las palabras clave de un contenido.
Regla de oro: el acrónimo debe ser fácil de recordar y decir en voz alta. Si tienes que forzar demasiado la pronunciación, perderá efectividad.
Ejemplo en Justicia:
- Tema: Principios de la potestad sancionadora
- Palabras clave: Legalidad – Tipicidad – Responsabilidad – Proporcionalidad – Irretroactividad
- Acrónimo: LTRPI → se convierte en “Litrepi” (suena como un personaje inventado).
En el examen, recordarás “Litrepi” y, al repetirlo mentalmente, desplegarás cada principio.
Ejemplo en Sanidad:
- Tema: Clasificación de niveles asistenciales
- Palabras clave: Primaria – Especializada – Urgencias – Rehabilitación
- Acrónimo: PEUR → se pronuncia “peur” (como “peur” en francés = miedo), lo que ayuda a fijarlo si lo asocias a una imagen de “tener miedo y correr al médico”.
Ejemplo en Educación:
- Tema: Funciones del tutor
- Palabras clave: Orientar – Coordinar – Informar – Evaluar
- Acrónimo: OCIE → “Ocie” (puedes imaginar un compañero ficticio que siempre está “orientando, coordinando, informando y evaluando”).
Tips prácticos:
- Extrae primero las palabras clave reales del texto.
- Comprueba que las iniciales pueden formar algo pronunciable.
- Si no es posible, ajusta usando la primera sílaba de algunas palabras.
- Practica repitiendo el acrónimo varias veces en voz alta para grabarlo.
Cómo usar acrósticos para recordar información compleja
A diferencia de los acrónimos, los acrósticos no forman una palabra, sino una frase completa en la que cada palabra comienza con la letra clave que quieres recordar. Esta técnica es más útil para contenidos densos en los que cada punto necesita un poco más de contexto para poder recuperarlo después.
El objetivo es crear una pequeña historia o escena mental que te guíe por todo el contenido. Aquí no buscamos rapidez, sino profundidad y detalle.
Ejemplo en Justicia – Artículo de ley complejo
- Tema: Principios procesales
- Palabras clave: Oralidad – Publicidad – Contradicción – Igualdad – Economía procesal
- Acróstico: “Ojalá Pueda Contar Ideas Efectivas”
Esta frase no solo te recuerda las iniciales, sino que te obliga a pensar en cada principio: oralidad (contar ideas), publicidad (poder contarlo), contradicción (varias ideas), igualdad (todas valen) y economía procesal (efectivas).
Ejemplo en Sanidad – Derechos del paciente
- Palabras clave: Confidencialidad – Información – Decisión – Consentimiento – Dignidad
- Acróstico: “Cuando Informo, Decido Con Dignidad”
Aquí cada palabra del acróstico ya describe el derecho al que hace referencia, ayudando a reconstruir el párrafo completo del artículo.
Ejemplo en Educación – Fases de una programación didáctica
- Palabras clave: Objetivos – Contenidos – Metodología – Evaluación – Atención a la diversidad
- Acróstico: “Organizo Clases Mirando Excelentes Alumnos”
La frase crea una imagen de un/a docente planificando, lo que facilita recuperar la secuencia en el examen.
Tips prácticos:
- Piensa visual: cuanto más absurda, graciosa o sorprendente sea la frase, más se fijará.
- Intenta que cada palabra del acróstico tenga relación con el concepto real.
- Usa el acróstico para guiarte en una exposición oral o para recuperar un artículo extenso en un examen escrito.
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Otras técnicas mnemotécnicas que puedes incorporar
Técnica del Loci o del lugar
Esta técnica toma su nombre de la palabra loci, proveniente del latín y cuyo significado es lugares, aunque también es conocida como método del palacio de los recuerdos. Se trata de una regla mnemotécnica que consiste en asociar aquella información que quieres memorizar a objetos, figuras o personajes que nos son familiares en un orden secuencial dentro de un lugar concreto. Es decir, asociar palabras clave de un temario a otras que existan en un lugar que conozcas y te sea sencillo de recordar (como por ejemplo, tu casa), y a la vez, establecer un itinerario mental que te ayudará a memorizarlas en el orden correcto.
Cuantas más veces recorras el itinerario mental creado, mejor podrás retener la información que desees.
Una técnica que se basa en la memoria espacial y que resulta tremendamente efectiva aplicada en el estudio, especialmente para aquella información que tiene una estructura o jerarquía clara.
Método de la historia o el relato
Otro método mnemotécnico muy práctico y sencillo de aplicar es el de la historia o el relato. Es decir, en base a una serie de términos o datos a memorizar, elaborar una historia corta que nos sea fácil y agradable de recordar. Es especialmente útil cuando se trata de memorizar un listado de palabras.
Método de la cadena
Otro método mnemotécnico muy utilizado es el de la cadena, el cual consiste en identificar aquellas palabras de relevancia de tu temario que quieres memorizar para posteriormente relacionarlas de una manera lógica, generalmente tras una asociación de cada palabra con una imagen que poder retener con facilidad. Para que el método sea lo más funcional posible es importante que las imágenes escogidas nos sean familiares, agradables. En definitiva, sencillas de recordar.
Las conversiones numéricas
Para superar con éxito una oposición, el opositor deberá memorizar muchas fechas, números, nombres de leyes, etc. Y no todo el mundo tiene la misma habilidad para enfrentarse a los números. Por eso, a fin de lograr este objetivo, la regla mnemotécnica de la conversión numérica convierte esta tarea, a priori, compleja en algo mucho más sencillo.
¿En qué consiste? Es muy simple. Las conversiones numéricas no son más que asociar números con letras, de manera que sea más fácil recordar fecha en base a estas relaciones. ¡Como veis no son pocas las técnicas de memorización que puedes explorar!
Recursos formativos que potencian la memorización
Si quieres llevar estas técnicas al siguiente nivel, los cursos homologados online de APPF incluyen estrategias de estudio, técnicas mnemotécnicas y herramientas digitales diseñadas para opositores. Además, suman puntos en tu baremo de méritos, lo que supone un doble beneficio: mejorar tu preparación y tu puntuación.
Ten en cuenta que preparar una oposición es un maratón, y la memoria necesita aliados para aguantar la carrera. Tanto los acrónimos como los acrósticos son técnicas sencillas, adaptables a cualquier materia y muy efectivas para recordar información clave el día del examen.
Si las aplicas con constancia, combinadas con repasos espaciados y técnicas de estudio activas, notarás cómo tu capacidad para recordar mejora… y tus posibilidades de conseguir la plaza también.
Preguntas frecuentes
¿Cuándo usar acrónimo y cuándo acróstico?
Acrónimo: listas cortas/medias y subbloques. Acróstico: artículos densos y clasificaciones largas.
¿Puedo combinar ambas técnicas?
Sí. Usa acrónimos por bloques y un acróstico final como “guion” narrativo para recuperar el conjunto.
¿Cómo lo practico para el examen?
Con repasos espaciados y simulacros cronometrados aplicando tus mnemotecnias en las respuestas.