Estructuras de Kagan como método de aprendizaje cooperativo. En más de una ocasión hemos hablado en el blog de preparación de oposiciones de educación de APPF de la importancia del aprendizaje cooperativo dentro del aula. Trabajar juntos para aprender a hacer las cosas solos es una máxima que se antoja fundamental dentro el modelo educativo moderno, donde no solo debe contemplarse la formación en competencias y habilidades personales, sino también el desarrollo de los factores de socialización que faciliten la inserción de la persona dentro de la sociedad. Cooperar desde edades tempranas contribuye a la mejora de esa socialización y permite, también, que gracias a ella el conjunto de la sociedad pueda alcanzar objetivos comunes.
Para cooperar dentro del aula existen numerosas estrategias de aprendizaje y motivación aplicables a los diferentes niveles educativos. Técnicas como por ejemplo la dinámica del rompecabezas o Jigsaw, creada por el psicólogo norteamericano Elliot Aronson, que entiende a cada alumno como pieza única pero indisoluble para el progreso del aprendizaje conjunto, es decir, aportar autonomía dentro del aula para el beneficio comunitario.
En esta ocasión vamos a conocer otra técnica educativa fundamental para la cooperación entre alumnos, las Estructuras de Kagan.
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Antes de descubrir este concepto, conozcamos quien fue su creador, Spencer Kagan. Considerado como uno de los padres del trabajo cooperativo en el aula, el Doctor Spencer Kagan es Diplomado en Ciencias Políticas y Master en Psicología Clínica, además de fundador del Kagan Publishing and Professional Development, una editorial de material didáctico que sirve de formación y apoyo a educadores de todo el mundo. Kagan entiende como anticuado el método tradicional de aprendizaje por el que la vía de comunicación es unilateral entre profesor y alumno. Para Kagan, la transmisión única de conocimientos e información oral desde el docente hacía el aula, o el método por el que profesor plantea una pregunta para que solo aquel que levante la mano responda es un freno a la participación en el aula, ¿por qué participar activamente solo unos pocos si el aula está llena de alumnos?.
Tras diferentes investigaciones sobre la capacidad de cooperación en niños de diversas partes del mundo, Kagan concluyó que basar la organización del trabajo mediante estructuras cooperativas permitía trabajar las materias curriculares de una manera más implicada y atenta por parte de los alumnos. Involucrarlos en la enseñanza y hacer de esta algo más sencillo y motivador, conllevaría resultados positivos en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Para llegar a tal conclusión, Kagan observó que los niños son extremadamente cooperativos y/o competitivos en situaciones determinadas sin importar la nacionalidad, raza y/o cultura.
Kagan hacía continua referencia en sus publicaciones al término “silencio” o también “gestión del aula”. Para el autor, una buena clase no es la que está en silencio durante todo el tiempo lectivo porque silencio no es igual a atención. Un ambiente de aprendizaje óptimo en el aula es cuando ésta se muestra activa y participativa siguiendo unas pautas o estrategias que previamente hayan sido definidas por el docente, entre ellas, el trabajo cooperativo.
Resumiendo, las estructuras de Kagan son asimilables a juegos fáciles de aprender y fáciles de jugar donde todos y cada uno de los alumnos toman parte. Técnicas flexibles y eficaces pero muy estructurados donde queda bien definido lo que los alumnos deben hacer en cada momento y que permiten aprender de una manera motivadora.
Según Spencer Kagan, hay cuatro principios o cuestiones a los que toda estructura cooperativa debe responder. Son el denominado PIES (Positive interdependence, Individual accountability, Equal participation, Simultaneous interaction).
Sin este principio no existiría cooperación pues consiste en que todos los alumnos o miembros son piezas indipensables del grupo y que para que este funcione es necesaria su participación activa. Los esfuerzos de cada miembro le beneficiarán a él pero también al grupo por lo que la interdependencia positiva implica un compromiso con el trabajo del otro.
Cada miembro del equipo adquiere una responsabilidad y, a la vez, hace responsables a los demás del trabajo que deben completar para alcanzar fines comunes. Ese deber con la tarea particular permite la evolución del trabajo.
Todos los integrantes del grupo de trabajo cooperativo deben saber que son iguales entre ellos y que de la suma de sus esfuerzos individuales surge el aprendizaje y se alcanzan objetivos.
Este principio responde a la pregunta de en qué porcentaje son manifiestamente activos los alumnos al mismo tiempo. La participación del alumno puede ser en forma de interacción, es decir, cuando establece contacto y esfuerzos con el otro o los otros, o bien en forma de acción individual para el fin común. En las estructuras de Kagan la interacción simultanea o al tiempo de los participantes es la manera más habitual de participar.
Entre las características comunes a las diferentes estrategias del trabajo encontramos:
La gestión del tiempo: Para que una tarea dé resultados positivos, ha de definirse un tiempo concreto y limitado. El docente se encargará de poner los límites temporales y vigilar su cumplimiento. Puede ser desde unos minutos hasta una sesión completa.
Consecución de objetivos: igual que se define un tiempo, ha de definirse una meta concreta a alcanzar a corto plazo.
Formar grupos: obviamente, han de crearse agrupaciones pequeñas en forma de parejas, trios, cuartetos, estableciendo una cantidad no demasiado alta de participantes dentro del grupo para que el número de interacciones sea ajustado y no excesivo.
Técnicas muy estructuradas: es necesario definir de un modo muy exacto lo que cada alumno debe hacer en cada momento. Las dinámicas deben ser claras y concisas. Las tareas deben ser precisas y fáciles de poner en práctica.
Control y evaluación: el docente controlará el desarrollo de la tarea y emitirá las evaluaciones oportunas.
Entre los muchos beneficios de la aplicación de las Estructuras de Kagan está el desarrollo de las habilidades del trabajo en equipo, resolución de problemas, comunicación, capacidad de escucha, pensamiento crítica y defensa del punto de vista propio. También crean un clima social favorable y positivo el aula a raíz del fomento de la participación, de la motivación individual.
Además, estas estrategias son fáciles y sencillas de aplicar y pueden usarse con todo tipo de material curricular.
A continuación os mostramos algunos ejemplos de estrategias de trabajo definidas por Spencer Kagan.
Es una de las estructuras más sencillas de entre todas las ideadas por Kagan, además de una de las que pueden aplicarse en menor espacio de tiempo. La técnica denominada Rally Robin propone una tormenta de ideas sobre una pregunta planteada previamente por el docente y en la que los alumnos en pequeños grupo de un máximo de 4 o 5 participantes cuentan con un tiempo para pensar en las respuestas posibles a esta pregunta. Una estrategia que fomenta la creación de ideas y el debate y el trabajo de contribución de cada participante. Puede realizarse de manera oral u escrita.
Similar a la estructura anterior puesto que parte de una o varias preguntas o retos propuestos por el docente. En Rally Coach se formarán parejas donde se asignarán dos roles claramente diferenciados, uno encargado de resolver la cuestión y otro designado para ejercer de tutor que observe, apoye y guíe al primero. De esta manera ambos participantes trabajan de manera cooperativa hasta solucionar todas las preguntas. Es interesante plantear no una sino varias cuestiones para que los participantes se intercambien los papeles.
En la técnica Three-Step Interview de Spencer Kagan el docente planteará una actividad a la clase que precisa de que un alumno entreviste a sus compañeros. Para ello se forman grupos de alumnos donde uno de sus miembros ejercerá de entrevistado y el otro de entrevistador. Ambos se intercambiarán papeles después de que el primero haya entrevistado al segundo y por último, expondrán sus respuestas delante de un tercer grupo de alumnos, contrastandolas y llegando a puntos de vista comunes. Una técnica que favorece la escucha activa así como la empatía y respeto a las opiniones de otros.
Un encargado de equipo ejercerá de moderador y el resto de componentes tomarán la palabra sobre una cuestión previamente planteada por el docente. El encargado se encargará de que se respete el turno de palabra y de anotar las aportaciones de cada uno de los participantes. Esta técnica permite fomentar la participación equitativa y el respeto a las opiniones del otro. El tiempo de ejecución será corto y determinado.
Por último, de entre las muchas estructuras de aprendizaje cooperativo de Kagan existentes, queremos mencionar la denominada Quiz-Quiz Trade. En esta técnica cada alumno tendrá una tarjeta o ficha con una actividad o ejercicio a realizar, o pregunta a resolver. Este se emparejará con otro alumno y expondrá a él su tarjeta, recibiendo su ayuda para la resolución. Una vez hayan trabajado esta tarjeta o ficha se intercambiarán sus fichas con otros compañeros, volviendo a comenzar el proceso. Una estrategia que fomenta el trabajo colaborativo.
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