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Otro día en el que te levantas para preparar tu oposición. Te sientas ante folios repletos de información. Párrafos y párrafos cuya relevancia no siempre es la misma. Saber distinguir lo más destacado del temario que estás leyendo es una cuestión fundamental. Así como también saber aplicar alguna técnica de estudio con la que poder destacar esa valiosa información de entre toda la existente. Subrayar es una vieja manera de hacerlo, capaz de hacer más fácil la misión de preparar una oposición con éxito, pero… ¿qué partes de un texto debo subrayar?, ¿qué colores debo usar?, ¿debo subrayar palabras aisladas, o frases completas? Incluso la técnica del subrayado tiene sus propias reglas.
Veamos algunas recomendaciones al respecto de esta técnica de estudio.
¿Por qué he de subrayar?
Subrayar las partes más importantes de un temario es una buena manera de aportar una significación a una palabra, frase o párrafo de un texto; es también un excelente método de resumen de contenidos, de ordenación de ideas y de transformar un temario extenso y farragoso en algo más atractivo y visual. No solo eso, la distinción de texto por colores también puede beneficiar a la memorización y retención de ideas y a la concentración durante el estudio.
Cuando subrayamos un texto con colores le estaremos dando claridad, delimitando sus partes relevantes e incluso otorgándole una estructura que nos permita, de un vistazo rápido, detectar sus ideas principales.
Sin embargo, subrayar también requiere de un aprendizaje. Mucha gente subraya sus apuntes o temas a estudiar sin ser capaz de sintetizar. Es decir, subrayan demasiadas partes del texto perdiendo así el verdadero sentido del subrayado, que no es otro que el de la concreción de la materia a estudiar.
Por eso, antes de empezar a subrayar es conveniente tener en mente el concepto de síntesis. Trataremos de subrayar siguiendo el criterio de resumir, tal y como hacemos cuando ponemos en práctica otras técnicas de aprendizaje como los esquemas, diagramas, etc.
Algunos consejos para subrayar el temario de manera adecuada
Previamente al comienzo del subrayado de un temario debemos disponer del material indicado según nuestros gustos o predilecciones. De ahí que la primera de las recomendaciones de esta técnica sea la de elegir las herramientas correctas para subrayar. Debemos definir si queremos utilizar rotuladores de colores o de colores fluorescentes que resalten todavía más el texto, o lápices que permitan su borrado en caso de error. En cambio, si estudias tus apuntes de manera digital, podrás encontrar diferentes estilos y colores de subrayado en las diferentes herramientas de los procesadores de textos.
Establece códigos de colores
Una vez elegido el material habrá que definir los colores que vamos a emplear. Esto es una cuestión importante, ya que establecer un código de colores y asociar cada color a una jerarquización de ideas (por ejemplo, un color para títulos, otro para ideas principales, otro para secundarias, etc.) nos permitirá una mejor comprensión y memorización del texto a estudiar.
Lee previamente el texto a subrayar
Ya tenemos el material y su clasificación por colores, así que ya podemos empezar a subrayar. Bueno, no nos precipitemos. Uno de los errores más comunes de la técnica del subrayado es la de ponerla en práctica sin haber leído suficientemente el texto. Esto induce al subrayado excesivo y a la falta de capacidad de resumen. Por eso debemos realizar una lectura previa del texto que queremos aprender para nuestras oposiciones; de este modo obtendremos una visión global del contenido del mismo. Posteriormente es aconsejable hacer una re-lectura para una total comprensión del texto, de modo que lo hayamos interiorizado como para saber analizar sus partes más importantes a resaltar con el subrayado.
El comienzo del subrayado
Ahora sí, ya podemos comenzar a subrayar. Para hacerlo también debemos tener en cuenta ciertas consideraciones. Es primordial distinguir la parte que contiene la idea central del párrafo o párrafos, y a partir de ella continuar el subrayado complementario de aquellas palabras clave o enunciados que lo desarrollan y/o explican. Evita subrayar ideas o conceptos que no aporten nada a la idea principal. Recuerda, siempre has de buscar la síntesis. Olvida subrayar párrafos completos ya que siempre podrás extraer de ellos una idea concreta.
Acompaña el subrayado con símbolos
En ocasiones el subrayado no es suficiente y necesitas de pequeños símbolos (o incluso anotaciones al margen de la palabra y/o frase subrayada) para remarcar su interés o añadir información adicional. Puedes establecer un sistema de signos (asteriscos, exclamaciones, etc.) que te permitan dar la relevancia adecuada al subrayado, o elegir unas palabras que definan el tipo de subrayado (principal, secundario, etc.). Recuerda que la intención es resumir el temario y hacerlo más visual para una mejor comprensión final.
Por último, y aunque suena evidente, la técnica del subrayado es algo muy personal. Cada estudiante sabe cuál es el método para subrayar el temario que mejor se presta a sus características, con sus colores (o la ausencia de ellos) preferidos, sus códigos de símbolos u otras indicaciones secundarias. Sea cual sea tu modo de subrayar nunca se debe descuidar el verdadero propósito de realizar un buen resumen del texto o temario mediante el empleo de esta técnica de estudio.