En la preparación de una oposición todo detalle de nuestro día a día cuenta. Desde el obligado descanso para reponer cuerpo y mente como no olvidar realizar ejercicio físico o evitar distracciones indeseadas, pero también el entorno en el cual pasamos la mayor parte de nuestras horas de dedicación al estudio.
Sobra decir que, si somos de los que estudiamos en casa, la habitación o espacio del hogar elegido para la preparación de una oposición debe ser de nuestra completa comodidad. Con todas las herramientas de trabajo a mano y alejado de todo tipo de ruidos o de las zonas de la casa más habitadas o con mayor actividad (televisión, hijos, etc.). Y dentro de este espacio hay un elemento que es muy importante en la organización del estudio; la mesa de trabajo.
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Aprende a organizar tu mesa de estudio: La importancia de la misma
¿Has pensado alguna vez que tu falta de concentración frente a los apuntes puede deberse a que la mesa de trabajo (o la organización de ella) no es adecuada?
Toda mesa es capaz de albergar unos cuantos papeles y un par de bolígrafos, objetos suficientes para el estudio. Sin embargo, esto no basta a la hora de constituir un hábito de estudio.
Ese lápiz que se queda repentinamente sin punta, ese rotulador para subrayar apuntes que está en un cajón de otra habitación, esa postura incómoda que te obliga a levantarte cada cierto tiempo… circunstancias habituales que, de no estar previstas, pueden suponer una interrupción en nuestro estudio con su consiguiente pérdida de la atención.
Una mesa práctica o un escritorio correctamente organizado, nos ahorrarán algunas de estas inoportunas interrupciones, mejorando nuestra productividad y favoreciendo nuestro rendimiento a corto plazo mediante la creación de buenos hábitos.
10 Consejos para organizar una mesa de estudio en tu preparación de oposiciones
1. Elige bien el tipo de mesa
Empecemos por el consejo más básico. La mesa en la cual dedicaremos la gran parte de nuestros esfuerzos debe ser totalmente cómoda, práctica y adaptada a nuestras características y necesidades concretas; por eso, antes de comenzar a preparar una oposición debemos analizar el mobiliario que nos acompañará en nuestro objetivo de aprobar una oposición.
Si, por ejemplo, la mesa es demasiado alta y la silla no lo es, deberemos ajustar sus tamaños, sustituyendo cualquiera de ellas. Así evitaremos posiciones incómodas que puedan acarrear molestias físicas.
En caso de ser de los que necesitamos mucho espacio para distribuir y tener a la vista hojas, libros y apuntes, deberemos optar por tener una mesa amplia con una gran superficie de trabajo; si por contra, somos de los que preferimos almacenar y tener a mano solo lo imprescindible, una opción válida es la de disponer de un escritorio con cajoneras adicionales.
Muchos expertos recomiendan mesas de unos 70 cm de alto por unos 120 de ancho y de materiales opacos para evitar reflejos como las mesas más adecuadas para el estudio.
Lo aconsejable es tener la zona de trabajo y su mobiliario a nuestro gusto desde el primer momento en que comenzamos a preparar nuestra oposición. Es la mejor manera de no tener que detener nuestras evoluciones en el estudio debido a inconvenientes o molestias que puedan derivar del uso continuado del espacio de trabajo.
2. Una silla ergónomica es un detalle muy importante
Al igual que la mesa debe ser lo suficientemente cómoda y adaptada a tus necesidades de estudio, a tu altura, etc., la silla es otro elemento de enorme importancia para garantizar un buen rendimiento en el estudio. Las largas horas de estudio sentados en ella deben ser lo suficientemente cómodas para favorecer nuestra productividad y concentración además de contar con una buena ergonomía para evitar desarrollar problemas de espalda u otras molestias físicas derivadas de las jornadas maratonianas de estudio.
Cuestiones fundamentales a la hora de elegir una silla es que sea giratoria, que pueda ajustarse en altura para poder adaptarla a nuestra mesa para poder garantizar un ángulo de 90 grados entre rodillas y espalda. Un respaldo cómodo que nos permita reposar nuestra espalda adecuadamente. La silla de estudio debe recoger los hombros, adaptarse al movimiento de nuestro cuerpo (por ejemplo, que tenga un respaldo reclinable o basculante), brazos regulables en altura y no demasiado duros. El objetivo es conseguir una postura correcta que nos permita apoyar las muñecas sobre la mesa de manera natural y con la que evitemos posiciones forzadas que puedan derivar en dolores físicos.
La estética no es tan importante como su funcionalidad, aunque si consigue aunar diseño y ergonomía encontrarás un equilibrio perfecto para que te sientas totalmente a gusto con tu silla y el entorno del que forma parte.
3. El material de estudio, bien seleccionado y organizado
La jornada de estudio comienza la noche inmediatamente anterior a ella. Un buen consejo que ahorrará tiempo y preocupaciones es la de dejar todo el material de estudio preparado el día anterior. Es importante ser organizado y hacer un examen de todo el material que será necesario: apuntes, bolígrafos, libros, ordenador, etc. No debe faltar nada de lo imprescindible en la mesa de trabajo, de este modo encontraremos rápidamente sobre nuestro escritorio, aquello que necesitemos, evitando distracciones y beneficiando a que el rendimiento sea pleno.
Los temas que vayamos a estudiar esos días de la semana debe estar a mano y preparados para ser estudiados. Puedes hacerlo en una estantería, cajonera o bandeja cercana a tu escritorio.
Del mismo modo, aquellos apuntes que ya hayas estudiado puedes clasificarlos en archivadores con su nombre, fecha, importancia, etc. De manera que puedas encontrarlos rápidamente en caso de que necesites realizar un repaso o revisión.
4. Buena iluminación
Una luz poco intensa impide el buen desarrollo de nuestro estudio y no ver de manera clara todo lo que tenemos sobre nuestra mesa. ¿Por qué ibas a tener que forzar tu vista a causa de una poca iluminación perjudicando tu estudio cuando puedes contar con una buena fuente de luz? Si eres de los afortunados que estudia en una estancia con buena iluminación natural, aprovéchala al máximo. Estudia en las principales horas del día, para contagiarte de la energía de la luz exterior. Si por el contrario la luz del sol apenas entra por tu ventana, hoy día existen numerosas posibilidades lumínicas con las que dar luz sobre tu escritorio. Lámparas orientables, con más o menos potencia, luces cálidas, frías o neutras, de todos los tamaños, etc.
Encuentra la lampara de escritorio perfecta y estudia de manera clara y visible.
5. Coloca una mesa accesoria
Si las dimensiones del espacio te lo permiten puedes optar por añadir una mesa o mesita baja accesoria a tu mesa principal o escritorio donde dejar material adicional que pueda serte útil durante el estudio. Esto permitirá tener más espacio en tu mesa principal, donde podrás contar con un portatil o los apuntes más importantes. Contar con una mesa accesoria evitará que tengas que levantarte a buscar o coger el material que en tu escritorio, por tamaño, no puedas tener a mano.
6. El cuidado de la salud
Las maratonianas jornadas de estudio pueden provocar dolencias o lesiones musculares. En esa cuestión, como hemos comprobado, la elección de una mesa y silla de trabajo juega un papel clave. Según las características personales podemos elegir una mesa con tablero inclinable, un escritorio regulable en altura o un pequeño atril adicional que favorezcan nuestra comodidad, concentración y permitan prevenir molestias o dolores físicos.
Es importante añadir elementos accesorios si detectas que pueden serte de ayuda. Es el caso de atriles para evitar cervicalgias por tener la cabeza constantemente inclinada hacia abajo, reposapiés para liberar la carga de la zona lumbar y garantizar que tus piernas se coloquen en el ángulo correcto.
7. Practica algo de ejercicio
Relacionado con el punto anterior para el cuidado de la salud es fundamental que tu cuerpo no pase demasiados periodos de tiempo en la misma posición. Para contrarrestar los efectos de las largas sentadas opositoras, ponte de pie, muévete, haz ejercicios de descarga muscular, sal a caminar o a correr. Dale a tu cuerpo un alivio frente a la larga exposición a los temas postrado en una silla y una mesa y tu cuerpo y mente lo agradecerá.
8. Diseño y confort
El rendimiento no es el mismo si el área de trabajo no es agradable a tu vista. Un diseño equilibrado y armonizado de la mesa, mobiliario o espacio de estudio favorece la concentración, aumenta la motivación y mejora la productividad. Trata de dar un toque personal a la zona de estudio con detalles decorativos, colores o incluso objetos personales que sean reconocibles para ti y te aporten mensajes o sensaciones positivas.
Se trata de crear un espacio positivo y amable que te aporte buenas sensaciones y energías.
9. Ten agua y algo de comida en ella
¿Cuántas veces te has levantado del escritorio para hacer una visita al frigorífico o despensa?. Las largas horas de esfuerzo y concentración abren el apetito y la sed. Nuestro estómago nos pide comida y nosotros dejamos de memorizar apuntes para perder un rato en la cocina. En ocasiones, esta visita nos permite realizar un breve y beneficioso descanso en nuestro estudio, pero en otras, hace que perdamos el hilo de nuestros progresos. Por eso es aconsejable tener algo de líquido sobre nuestra mesa de trabajo: una botella de agua, una taza de café, un vaso de zumo.; y algo para picar (un snack, un sándwich, etc.) mientras no apartamos la vista de nuestros apuntes.
10. Utiliza las paredes
Los elementos verticales también cuentan. La pared sobre la que esté situada tu mesa también tiene una gran utilidad. En ella puedes colocar lejas sobre las que dejar material, tableros de corcho sobre los que pinchar anotaciones, calendarios o planning semanales y mensuales, post-it u otros elementos visuales que te sirva de apoyo. Esta es una excelente solución cuando la mesa es pequeña o insuficiente para todo el material con el que trabajas.
Tenerlo todo en orden sobre la mesa de estudio es el primer paso para rendir al máximo en tus jornadas de estudio. Sigue estos consejos y comprobarás como tu concentración y capacidad de rendimiento mejora notablemente. Sin duda, un aspecto clave para conseguir el éxito en tus oposiciones.