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A medida que se acerca la fecha del examen final de una oposición la tensión aumenta. Con ella, el nerviosismo, las dudas, el insomnio y otros factores que son comunes entre los opositores que han pasado meses y meses de gran dedicación a fin de superar con éxito una oposición.
La ansiedad pre-examen es algo inherente a la preparación de una oposición. Dependiendo de la personalidad de cada opositor, afecta en mayor o menor medida, pero es inevitable que ésta haga acto de presencia, pudiendo ejercer como un pequeño contrincante adicional en nuestra carrera de fondo por aprobar una oposición. Debemos ser conscientes de esta situación, que más tarde o más temprano acabará por aparecer, para de este modo poder gestionarla de manera que no se transforme en algo perjudicial y sí en una circunstancia de la que poder extraer un rédito añadido de cara al sprint-final de nuestra oposición.
En este post pretendemos ofrecerte una pequeña ayuda para comprender y trabajar sobre el cúmulo de sensaciones y temores que se agolpan en las últimas semanas antes del examen de una oposición. Así como recomendarte algunas prácticas de utilidad antes de la prueba definitiva. Vamos con ellas.
Indice de contenidos
Sprint final de una oposición : La ansiedad también puede ser útil
Es cierto que un estado de ansiedad nos saca de nuestro estado de confort habitual, llevándonos hacía terrenos más inestables. Y todos sabemos que la inestabilidad no es bienvenida cuando quedan pocas semanas para enfrentarse a la prueba final. Sin embargo, debemos conocer qué significa exactamente la ansiedad para poder trabajar sobre ella y extraer efectos positivos de su, ineludible, presencia.
La ansiedad es un mecanismo de alerta sobre un peligro próximo que provoca en el ser humano una reacción de anticipación para contrarrestarlo. Generalmente provoca un malestar en la persona acompañado de síntomas físicos, psicológicos o de conducta, especialmente cuando se prolonga en el tiempo. Pero, una ansiedad no patológica también puede resultar beneficiosa. En ciertos casos, un leve grado de ansiedad puede ayudarnos a manejar exigencias o adaptarnos a situaciones que requieren de un mayor impulso por nuestra parte.
Es posible que puedas notar en ti una dosis extra de energía, un mayor rendimiento en tus horas de estudio y una mejor memorización de los conceptos. El aumento de la adrenalina aparejado a estos estados te permite lograr un óptimo aprovechamiento del tiempo de estudio, incluso a descansar mejor. Aprende a sacar partido de él teniendo en cuenta que esta sensación no debe sobrepasar cierto equilibrio.
Procura descansar
Los atracones de estudio de última hora es otra situación muy frecuente cuando se aproxima la fecha del examen. Aprovechamos las horas del día que antes dedicábamos a descansar o dormir en intentar asimilar y memorizar más y más conceptos en vista de la proximidad de la prueba. Craso error. El descanso físico y mental es imprescindible para rendir en óptimas condiciones. Por eso lo aconsejable es salir de nuestra rutina de los últimos meses lo menos posible.
Si durante toda la fase de preparación de una oposición detenías tu estudio a las 22:00 de la noche para cenar y posteriormente dormir, no dejes de hacerlo. Trasnochar, cambiar hábitos, no salir a caminar cuando antes lo hacías o privarte de las obligadas pausas entre temas pueden jugar en tu contra. Es más, deberías incrementar el tiempo que dedicas a hacer cosas que te gustan o a realizar algo de ejercicio físico, ya que esto contribuirá a que tu mente se mantenga en plenitud para rendir y no se dedique a pensar únicamente en el examen.
No te obsesiones con los temas pendientes de estudio
Otra sensación habitual del opositor en este periodo final es la de creer que no está lo suficientemente preparado. Seguro que hay algún tema pendiente de estudiar o que puedes estudiar mejor, y ese pensamiento te inquieta, te desmotiva y te genera inseguridad. Es importante que asumas que nadie es capaz de asimilar a la perfección todo el temario, ni que todo mundo lleva preparados de manera homogénea todos los temas; piensa que, aunque el examen no estuviese próximo y que fuese a un año vista también tendrías la sensación de no estar completamente listo.
Dedica tiempo al repaso y a la autoevaluación
No dediques las semanas previas al examen a estudiar a marchas forzadas y precipitadamente todo el temario que tienes pendiente de asimilar. Céntrate en todo lo que has aprendido hasta la fecha, que seguro que es mucho y más que suficiente para aprobar. Trata de reordenar conceptos y comprobar que los has interiorizado correctamente. Repasa aquellas partes o temas estudiados que creas que puedas pulir. Echa un vistazo a tus resúmenes y esquemas. Si has acudido a una academia o preparador haz con ellos pruebas para conocer tus conocimientos adquiridos. En caso contrario, prueba a evaluarte a ti mismo. Como dijimos en anteriores artículos, el ensayo es una excelente manera de evaluar tus conocimientos y capacidades. Antepón la calidad a la cantidad.
No pierdas la motivación
Por último, no debes perder la motivación en esta recta final. Es normal que la mezcla de emociones pueda restar espacio a tu confianza. Sin embargo, has trabajado duro, te has esforzado y eres capaz de superar con éxito el reto que te propusiste. Debes creer en tus posibilidades y motivarte con pensamientos positivos, y si se agolpan en tu cabeza cuestiones negativas como ¿por qué tengo miedo?, ¿qué pasa si suspendo?, ¿qué hago si sale un tema que no llevo bien preparado? trata de razonarlas y dialogar con ellas. Comprobarás como gracias a tu esfuerzo tienes todo a tu favor para aprobar una oposición y lograr la plaza deseada.