Si estás preparando o has participado con anterioridad en una oposición docente, sabrás que esta se compone de dos fases claramente diferenciadas. Una primera que evalúa los contenidos teórico-prácticos de la especialidad docente en la que estás optando y una segunda cuyo objetivo es el de valorar las aptitudes pedagógicas del candidato.
Mientras en la primera fase se deben demostrar los conocimientos docentes adquiridos por medio del desarrollo por escrito de unos temas elegidos al azar y por el razonamiento educativo de un supuesto práctico planteado, en la segunda se deberá llevar a cabo una presentación y defensa oral de una programación didáctica y una unidad didáctica.
De ambas pruebas, la defensa de la Programación Didáctica y la Unidad Didáctica es la más temida por los aspirantes. Una prueba que genera nerviosismo por su carácter subjetivo y personal, por el miedo escénico que hace acto de presencia en muchos candidatos al tener que dirigirse directamente a un Tribunal o por su condición de prueba definitiva en el resultado final de la oposición.
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Es importante conocer en profundidad qué es una Programación Didáctica para preparar en consecuencia su defensa. La Programación Didáctica no es más que el plan de actuación de un docente durante un curso completo; es decir, cuál es su objetivo educativo y cómo lo ejecutará durante el curso lectivo para que sus alumnos puedan aprender de manera efectiva los contenidos propios de la materia específica que se imparte.
La Programación Didáctica engloba la metodología, los recursos de aprendizaje, los criterios de evaluación, atención en valores, etc. En resumen, es el guión que sirve al docente para completar sus objetivos de aprendizaje durante todo el curso escolar. Un guión que debe cumplir con las exigencias del currículo vigente de la Comunidad Autónoma bajo la que se circunscribe.
El candidato a una oposición deberá realizar una exposición oral de su programación didáctica frente al Tribunal para probar sus capacidades y conocimientos como docente.
Conviene establecer las diferencias entre Programación y Unidad Didáctica. Para entenderlo basta decir que, una programación incluye varias unidades didácticas, es decir, cada unidad de trabajo o aprendizaje que completa la Programación, contribuyendo a lograr su objetivo educativo y cuyas características de contenido, metodológicas, de materiales, actividades, etc., siguen al pie de la letra las directrices curriculares.
En la oposición, cada candidato deberá exponer y defender una Unidad Didáctica elegida por sorteo, con la posibilidad de prepararla de manera aislada en un aula antes de la exposición final y pudiendo someterse a un turno de preguntas o cuestiones relacionadas formuladas por el Tribunal tras su intervención.
El candidato deberá entregar su programación impresa al tribunal y éste la tendrá delante durante la exposición oral. Aportar una Programación Didáctica escrita que sea coherente, bien estructurada y creativa será un punto muy a tu favor de cara al tribunal, ya que le ayudará a seguir tu exposición con facilidad.
Hacemos especial hincapié en lo de creativa. En esta prueba es importante la diferenciación y esta se consigue desde la introducción de la innovación en las actividades, el empleo de TICs, etc.
La calma siempre es un buen aliado durante una oposición. En todo momento. Desde el comienzo de la preparación y el posterior estudio, hasta los días previos a la realización de las pruebas finales;y todavía lo es más en el momento de la segunda fase de la oposición docente, donde los nervios suelen cundir al tener que enfrentarse directamente y de cara, al tribunal. Una actitud relajada es siempre un plus ante el tribunal, mientras que un comportamiento nervioso tiende a ser errático, pudiendo jugarte una mala pasada. Concéntrate, haz ejercicios de respiración, toma aire y pon en práctica tu autocontrol para dominar tu inquietud y excitación.
Una vez que todo esté bajo control demuestra capacidad de orden en tu exposición de la Programación Didáctica, explica los apartados y elementos que la conforman de manera clara y estructurada, manteniendo el orden previamente escrito para no crear confusiones en el tribunal, revisa bien las bases de la convocatoria de tu Comunidad Autónoma para conocer detalles valiosos como el tiempo de exposición del que dispones o si está permitido acompañarte de algún guión o material de apoyo. Recuerda también que, por lo general, se permite beber agua durante la exposición, así que no olvides tu botella.
Trata de captar la atención de todos los miembros que componen el tribunal; para ello, háblale a todos dirigiendo tu mirada hacía ellos sin distinción, de este modo mantendrás su interés y establecerás un vínculo. Sé formal y educado desde el saludo inicial y durante tu puesta en escena. Cuida tu manera de hablar, que tu voz sea clara, ni muy fuerte ni muy floja y sobre todo que demuestre seguridad y naturalidad. Sonar monótono es lo peor que puedes hacer durante la exposición. Recuerda que no debes aburrir y sí llamar la atención al tribunal.
A la hora de escoger una Unidad Didáctica de entre las sorteadas, elige siempre aquella que te permita utilizar más recursos didácticos, más actividades… de este modo, tu exposición podrá ser más completa y lucir más de cara al tribunal.
Muchos aspirantes no aprovechan la hora de ensayo de la defensa de la programación y la unidad didáctica sorteada a causa de los nervios, cuando debería ser todo lo contrario. Piensa en lo valioso que es tener la posibilidad de practicar con calma la exposición de manera aislada y en voz alta en un aula vacía. Un momento que puede ser fundamental para tu cara a cara posterior con el tribunal. Es tu última oportunidad de practicar, ¡no la desaproveches!
A lo largo de tu exposición, o tras su finalización, es probable que el tribunal pueda formularte preguntas relacionadas o rebatir alguno de tus argumentos. No te sientas atacado. Escucha con atención lo que el tribunal tiene que decir y muéstrate dialogante y abierto. Medita tus respuestas y afróntalas desde un punto de vista positivo. Piensa que el tribunal quiere oírte y comprobar tu capacidad de reacción y argumentación y eso es buena señal.
Ensayar sin parar en casa es la mejor manera de preparar las exposiciones orales de tu oposición. Pídele a amigos y familiares que estén frente a ti y ejerzan de tribunal durante tus simulacros. Hazlo también delante del espejo para practicar tu comunicación no verbal. Crea tus propias unidades didácticas y programas didácticos y trabájalos a fondo.
Recuerda, en la segunda fase de las pruebas de oposiciones docentes, tú debes ser el gran protagonista. Tu persona es el gran activo y debes utilizar tus conocimientos y habilidades personales para hacerte valer. Usa todos los recursos a tu alcance (No olvides incluso echar mano de alguno de nuestros cursos online para maestros) Se sencillo, sincero, breve y seguro y conseguirás enamorar al tribunal.
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