Analizamos el camino que tomará la educación para que te adaptes a él y llegues a ser un gran profesor. ¿Estás preparado? ¡Descubre el futuro de esta profesión!
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Ser un profesor de éxito
¿Cómo será educar en el futuro? Es evidente que la llegada de las nuevas tecnologías está afectando cualquier esfera social, cultural, política… por supuesto, también educativa. Los cambios constantes y acelerados de la actualidad repercuten en la docencia y generan incertidumbre sobre la formación de las generaciones venideras. Ser profesor en este escenario pone de manifiesto la pérdida del énfasis en los contenidos para centrarse más en otras cuestiones, como la participación, el aprendizaje continuo o la creatividad, por ejemplo.
En los próximos años, responder a la pregunta de cómo ser profesor será una tarea complicada. Sin embargo, conocer las tendencias en educación te ayudará a entender qué está por venir para adaptarte a ello y ¡alcanzar el éxito en tu profesión! Por este motivo, a continuación, te desvelamos cuáles son esas tendencias que abrirán el camino futuro de la docencia. ¡No pierdas detalle!
1- Nuevas metodologías educativas. Entre ellas, es el método Montessori el que está ganando protagonismo. Basado en la estimulación y el respeto, este se focaliza en actividades dirigidas a los niños, que liberan el potencial de cada uno para lograr un autodesarrollo en un ambiente estructurado. Es decir, este método busca que los más pequeños consigan hacer las cosas solos de acuerdo a sus motivaciones y su ritmo. Potencia, en definitiva, la autonomía y el trabajo libre.
2- Empoderamiento de los alumnos. Ser profesor, en el futuro, poco tendrá que ver con ponerse en medio del aula, explicar la lección y concluir la clase. La unidireccionalidad ha pasado a mejor vida y, cada vez más, los alumnos son estimulados para fomentar su talento y encontrar su vocación. Esto significa que tienen mayor actitud frente a la formación con una meta: perseguir una pasión o un sueño, y no tanto un trabajo estable.
3- Participación y debate. En relación con el punto anterior y con el protagonismo de los alumnos, las clases serán mucho más participativas y especializadas. Los profesores dejarán de ser los dueños de la verdad y su interacción con los estudiantes se volverá más fluida. Las aulas, por tanto, parecerán ágoras, pues todos podrán hablar, opinar, compartir experiencias y desarrollar sus habilidades y conocimientos en común. La práctica ganará mucho terreno a la teoría.
4- Aprender jugando. La gamificación está de moda, y lo estará también en el ámbito docente. En el futuro, el papel de las dinámicas de juegos y aplicaciones tecnológicas será muy importante para la formación de los alumnos. Unas dinámicas, por cierto, que se traducirán en un crecimiento de la implicación y la motivación de los estudiantes. En este sentido, serán los juegos interactivos los que se harán con la medalla de oro en el campo de la educación.
5- Pensamiento visual. O visual thinking, es una técnica basada en el aprendizaje a través de las imágenes para conectarlas con ideas concretas, organizarlas y, entonces, poder entender fórmulas o conocimientos que suelen ser más complejos. El pensamiento visual es muy útil, dado que ayuda a asimilar de una forma más fácil la sobreinformación a la que, hoy en día, se expone la sociedad y también los alumnos.
6- La conquista de la tecnología. Su uso dará lugar a aulas interconectadas, con contenidos en la nube adaptados a los dispositivos de los estudiantes, bibliotecas online, archivos informáticos… No obstante, el empleo de la tecnología en la docencia irá mucho más allá del aprendizaje. Esta se pondrá a disposición de los profesores para transformar el entorno educativo con reconocimiento facial para controlar la asistencia, seguridad parental para los aparatos electrónicos de los pequeños o realidad aumentada como eje conductor de algunas lecciones.
7- Tecnocreatividad. Siguiendo con la tecnología, esta permitirá que los alumnos sean mucho más creativos. La llamada “Techno-Craft” hará que el trabajo de cada persona y su proceso creativo cobre relevancia. Los estudiantes generarán estas creaciones en nuevas plataformas, a través de un diseño digital o lenguaje HTML, entre otros. Por ello, el fomento de la creatividad y los conocimientos tecnológicos ha de estar entre los objetivos de la futura docencia.
8- Educación emocional. Basada en las emociones que influyen en el desarrollo cognitivo e individual. El empleo de estas hará posible que la curiosidad y las ganas de aprender ganen protagonismo en las aulas. Unas aulas donde, dentro de unos años, se favorecerá la conciencia emocional para conseguir mejores resultados en la formación de los estudiantes.
9- Cambios en el aprendizaje. Las etapas desaparecerán para dar paso a un aprendizaje flexible y a medida. Así, la continuidad que ello supone dará fuerza a plataformas digitales que favorecen la formación por módulos y no por años. En definitiva, adaptar los objetivos al ritmo de cada uno para consolidar las habilidades de los estudiantes. Por otro lado, también estará el aprendizaje basado en problemas, con retos que simulan el mundo laboral o situaciones reales con el fin de desarrollar las ideas y capacidades necesarias para enfrentarse a ellas.
10- Programación y robótica. Estas tendencias en educación apuestan por la motivación de los estudiantes y el desarrollo de razonamientos lógicos a través de la programación de nuevos dispositivos. Una técnica que fomenta el trabajo en equipo y la interacción entre los alumnos. Estos pueden aprender materias vinculadas a las tecnologías y a muchas otras asignaturas mediante actividades basadas en la manipulación.
Estas son las 10 tendencias en educación que marcarán el camino del futuro para llegar a la meta; la meta de ser un profesor de éxito. Si quieres alcanzarla, no te olvides de apostar por la innovación, la tecnología y, en especial, por los alumnos. En ellos, en su protagonismo y en su participación, se encuentra la clave del triunfo.