Sabemos que prepararse una oposición no es tarea fácil.
Habrá días en los que te levantes de la cama con una energía increíble y con inmensas ganas de comerte al mundo, y otros, sin embargo, que sentirás cómo un torrente de sentimientos negativos se hacen con tu estado de ánimo. Y esto precisamente es lo que debemos evitar.
Vamos a ofrecerte en este artículo algunos consejos para que puedas conseguir volver a encontrar la motivación que un día te llevó a prepararte la oposición, para que en los momentos bajos los recuerdes y los pongas en práctica.
Indice de contenidos
Consejos para retomar la motivación
Lograr la motivación intrínseca
Debemos tener claro, en primer lugar, que la motivación que consigue que logremos grandes metas es aquella que nace dentro de nosotros. Mucha gente hoy día no sabe diferenciar la motivación intrínseca de la extrínseca, llegando a tener argumentaciones erróneas para animarse en el estudio.
Pongamos un ejemplo:
Si nosotros nos ponemos como meta, imaginemos, adquirir una bicicleta profesional si aprobamos un determinado examen, nos encontraremos motivados, pero solo hasta que hayamos logrado nuestra meta. En este sentido, el objetivo real que nos impulsa a estudiar (aprobar el examen) se desvanece y nos quedamos con el premio en mente.
Este tipo de estrategias son erróneas y conducen a racionamientos perjudiciales pues, una vez que no podemos permitirnos un premio para motivarnos, nos encontramos completamente perdidos y sin ganas de ponernos a estudiar.
¿Qué podemos hacer, finalmente?
Debemos evitar los premios materiales para encontrar la motivación. Más que eso hemos de centrarnos en el objetivo por el cual nos hemos puesto a estudiar todo este tiempo. Si nos concienciamos que nuestro gran premio es sacarnos la oposición, una bicicleta o cualquier otro premio nos parecerán migajas.
Conseguir comprensión y cariño
Parece mentira, pero somos seres sociales, y como tal necesitamos estar con los demás, interrelacionarnos, mostrar nuestros sentimientos y que los demás nos los muestren simultáneamente.
En épocas de estudio intenso, como es la preparación de oposiciones, podemos llegar a sentirnos altamente aislados de nuestro mundo, nuestro entorno social, nuestro círculo de amigos.
Por ello es importante contar con un confidente-amigo que conozca la situación y que nos escuche cuando necesitemos desahogarnos en momentos de decaimiento.
Nada mejor que un hombro en el que apoyarse, y si conoce la situación de primera mano como tú, mucho mejor.
Practicar el pensamiento positivo mediante lectura interesante
Quizá te parezca inverosímil, pero leer a autores como Paulo Coelho, o leer El Principito si aún no lo has hecho, puede venirte bien para mantener la mente positiva.
En nuestros ratos libres en la planificación de estudio, podemos optar por leer algunas frases de algunos libros de automotivación que nos gusten. Leerlas nos ayuda a interiorizar palabras que se transforman en pensamientos en positivo. Por ello, si leemos historias que nos hablan de la auto superación, inconscientemente estaremos sembrando nuestra mente de esas ideas.
Trabaja 10 minutos al día, al levantarte, tu motivación
Puedes incluir, como parte de tu rutina diaria, la automotivación: te levantas por la mañana, te duchas, desayunas y te automotivas.
Nadie permanece motivado al 100% todo el tiempo, es un sentimiento que merece ser trabajado poco a poco para permanecer en óptimas condiciones.
Imagina que es como un jardín repleto de flores. Si lo trabajas diariamente, cortas el césped, lo riegas y eliminas las malas hierbas, conseguirás un jardín digno de contemplar. Pero si te descuidas, la broza crecerá a diestro y siniestro y no habrá forma de arreglarlo.
Para trabajar tu automotivación, ponte delante del espejo, mira tu imagen a los ojos y dí en voz alta: “soy bueno/a, soy trabajador/a, soy importante. Lo voy a conseguir, nadie me detendrá”.
Por qué nunca hay que rendirse
En nuestro día a día encontramos casos de superación personal que han llevado a la persona en cuestión al éxito. Por ello, es importante que nos fijemos en ellos y que nos dejemos inspirar para llevarlo a nuestro terreno. Pues si ellos lograron nuestro objetivo, tú no vas a ser menos y casi que, con total seguridad, si vas por el buen camino, tarde o temprano alcances tu meta.
Porque el éxito está hecho para quienes se lo trabajan, pero es más, el mundo está hecho para quienes sueñan.
Nada en la historia se ha logrado sin antes un sueño. Este es el punto de partida de la motivación, del trabajo duro y del cumplimiento de nuestros objetivos.
Así que recuerda que, aunque haya momentos en los que la motivación parezca haberse esfumado, tú eres el dueño de tu destino. Así que decide: ¿vas a rendirte o vas a luchar por lo que más quieres?