Cuando llevas meses (o incluso años) preparando unas, llega un punto en el que el problema ya no es avanzar en el temario, sino conseguir que todo lo estudiado siga ahí cuando de verdad lo necesitas. Y ahí es donde entra en juego el sistema de repaso en las oposiciones.
Muchos opositores estudian con constancia, pero repasan de forma caótica: vuelven a leer, subrayan otra vez o “echan un vistazo rápido” antes de un simulacro. El resultado suele ser frustrante. No porque falte esfuerzo, sino porque el cerebro no retiene igual cuando solo reconoce la información que cuando tiene que recuperarla activamente. De hecho, distintos estudios sobre memoria muestran que el repaso basado en recuperación puede mejorar la retención a largo plazo entre un 30 % y un 50 % frente a la simple relectura, algo especialmente relevante en temarios extensos de oposiciones.
Si preparas oposiciones por libre o estudias oposiciones sin academia, este punto es todavía más importante. No tienes un calendario cerrado ni alguien que te marque cuándo y cómo repasar, así que necesitas un sistema claro que te permita organizar el temario, consolidar contenidos y llegar a la convocatoria con seguridad, no con la sensación de “me suena, pero no sé explicarlo”.
En este artículo vas a encontrar cómo diseñar un sistema de repaso en oposiciones adaptado a la realidad actual: compatible con trabajo, estudios u otras obligaciones, alineado con las pruebas reales (tipo test, desarrollo, defensa ante tribunal) y pensado para opositores que ya están dentro del proceso, no para quien empieza desde cero. Porque repasar bien no va de estudiar más horas, sino de estudiar con estrategia.
Indice de contenidos
Por qué el repaso es decisivo en una oposición
En una oposición no aprueba quien más horas pasa delante del temario, sino quien llega al examen con la capacidad de recordar, relacionar y aplicar la información bajo presión. Y eso depende, en gran medida, del sistema de repaso que hayas trabajado durante la preparación.
Cuando estudias un tema por primera vez, el cerebro se centra en comprender. Sin embargo, si no repasas ese contenido de forma estratégica, la información se debilita con rapidez. Y no es por ponernos negativos, pero hay diversos estudios sobre la curva del olvido que dicen que, sin repaso, puedes llegar a perder hasta un 70 % de lo estudiado en una semana, incluso aunque te pareciera que dominaras ese tema en el momento de estudiarlo. Esto explica por qué muchos opositores sienten que “les suena todo”, pero les cuesta explicarlo con claridad en un test o desarrollar un tema completo. ¿Te suena esto?
Pues aquí es donde entra en juego el sistema de repaso. No se trata de volver a leer el temario una y otra vez, sino de obligar a tu cerebro a recuperar la información, que es justo lo que hará el día del examen ante el tribunal. De hecho, las técnicas de recuperación activa (recordar sin mirar apuntes) han demostrado ser claramente más eficaces que la relectura pasiva, con mejoras de rendimiento que rondan el 40 % en pruebas de recuerdo a medio y largo plazo.
Esto cobra todavía más importancia si preparas oposiciones por libre o estudias oposiciones sin academia. En estos casos, el repaso suele quedar relegado a “cuando haya tiempo”, y el plan de estudio se centra casi exclusivamente en avanzar temario. El problema es que avanzar sin consolidar genera una falsa sensación de progreso que se rompe en cuanto empiezan los simulacros o se acerca la convocatoria.
Por ejemplo, si te presentas a una oposición de Educación Infantil o Primaria, no basta con saberte los temas. Necesitas manejar con soltura la normativa educativa, justificar decisiones metodológicas, relacionar competencias clave con situaciones de aula y defender tu programación didáctica con seguridad. Todo eso no se construye en el último mes, sino con un sistema de repaso constante que refuerce conexiones entre contenidos.
A partir de aquí, seguramente te estés preguntando cuándo empezar a repasar y cómo integrar ese repaso sin que se convierta en una carga más dentro del plan de estudio. Eso es justo lo que veremos en el siguiente bloque.
Cuándo empezar a repasar el temario de oposiciones (y por qué no es al final)
Uno de los errores más habituales que vemos en muchos alumnos es empezar a repasar cuando ya han terminado todo el temario. ¡Error! En la práctica, este planteamiento genera acumulación de información, estrés y repasos poco eficaces, especialmente cuando la convocatoria está a la vuelta dela esquina y el margen de maniobra es muy limitado. Ahí es cuando aparecen los repasos eternos, la sensación de no avanzar y ese bucle de “me lo leí, pero ahora no me sale”.
Nuestro cerebro no funciona como una carpeta donde guardas un PDF y lo abres meses después tal cual. La memoria necesita reactivación. Según distintos estudios sobre aprendizaje, espaciar los repasos desde el inicio puede mejorar la retención a largo plazo en torno a un 20 – 30 % frente a estudiar todo de forma lineal y repasar solo al final.
Así que la respuesta a “¿cuándo empiezo a repasar?” es sencilla: desde el primer tema.
Aquí va un ejemplo:
| Momento del estudio | Objetivo del repaso | Qué hacer (rápido y útil) | Tiempo orientativo | Señal de que vas bien |
|---|---|---|---|---|
| Tras estudiar un tema (primeros días) | Fijar lo esencial y detectar lagunas | Recordar el esquema sin mirar + 10–15 preguntas tipo test o 3 preguntas cortas de desarrollo + marcar dudas de normativa | 15–30 min | Puedes explicar el tema en 2–3 minutos sin mirar apuntes |
| Cuando ya llevas varios temas (temario en marcha) | Conectar contenidos y consolidar | Repaso por bloques (3 temas relacionados) + lista de “errores recurrentes” + mini resumen de ideas que siempre caen en tu convocatoria | 45–60 min | Te sale el hilo del tema y no te contradices entre temas |
| Recta final (temario completo) | Entrenar para examen | Simulacros + revisión de fallos + repaso dirigido solo de lo que falla (no repaso general). Si hay oral: preguntas tipo tribunal sobre programación didáctica | 60–90 min | Mejoras tiempos y baja el número de fallos “tontos” |
Cómo integrar el sistema de repaso en tu plan de estudio de oposiciones sin dejar de avanzar
Uno de los bloqueos más comunes al hablar de repaso es este: “Si repaso, no avanzo temario”. Y tiene lógica… cuando el repaso no está integrado en el plan, sino añadido como un extra. La clave está en organizar el estudio para que el repaso sea parte del avance, no un freno.
Los opositores que mejor gestionan el tiempo no repasan “cuando pueden”, sino que deciden de antemano cuándo toca cada tipo de repaso. Esto reduce mucho la carga mental y evita improvisar cada semana.
La regla base: avanzar siempre con un pequeño lastre de repaso
Un plan de estudio realista no dedica el 100 % del tiempo a temas nuevos. Funciona mucho mejor cuando:
- 70 – 75 % del tiempo lo dedicas a nuevo temario.
- 25 – 30 % del tiempo va a repaso (bien dirigido).
Este reparto encaja con lo que muestran los estudios sobre aprendizaje espaciado: pequeñas dosis de repaso constantes mejoran la retención sin frenar el progreso. Y, en la práctica, evita llegar a mitad de temario con la sensación de que lo anterior ya se ha borrado.

Métodos de repaso más eficaces según el tipo de oposición y de prueba
Uno de los errores más habituales al repasar es usar siempre el mismo método, independientemente de cómo sea la prueba. Y en oposiciones esto penaliza, porque no exige lo mismo una prueba tipo test que un desarrollo escrito o una fase de defensa ante tribunal. El sistema de repaso tiene que imitar lo que te van a pedir el día del examen, no lo que resulta más cómodo mientras estudias.
Los estudios sobre aprendizaje coinciden en algo muy claro: cuanto más se parece el repaso a la situación real de evaluación, mejor es la transferencia de lo aprendido. Dicho de forma sencilla: repasar como vas a examinarte mejora el rendimiento.
Repaso para oposiciones con prueba tipo test
En oposiciones con peso importante del test (sanidad, justicia, muchas convocatorias autonómicas), el error típico es repasar leyendo resúmenes. El problema es que el test no te pide reconocer información, sino discriminar opciones muy parecidas bajo tiempo.
Qué funciona mejor:
- Realiza test con frecuencia y de manera espaciada, no solo al final.
- Analiza los errores por categorías (normativa, conceptos, despistes).
- Repite las preguntas falladas días después, no el mismo día.
Un dato interesante: los estudios sobre práctica de recuperación muestran que repetir preguntas falladas tras unos días mejora la retención más que repetirlas inmediatamente. En la práctica, esto evita caer siempre en las mismas trampas del examen.
Por ejemplo, si opositas a Justicia y confundes plazos procesales, no sirve de nada releer el tema. Te conviene trabajar solo preguntas de plazos, fallarlas, revisarlas y volver a ellas a la semana.
Repaso para pruebas de desarrollo de temas
En el caso de desarrollos, el problema no suele ser «no saber», sino no saber estructurar bajo presión. Por eso, el repaso aquí tiene que centrarse menos en memorizar frases y más en dominar el esqueleto del tema.
Nuestra recomendación:
- Realiza guiones escritos de memoria, con epígrafes y subepígrafes.
- Practica las introducciones y los cierres (no escribir siempre todo).
- Revisa la coherencia del texto, es decir, que los conceptos no se contradigan entre temas.
Desde el punto de vista del aprendizaje, escribir esquemas sin mirar activa procesos de recuperación profunda, que son los que más se parecen a lo que ocurre en el examen. Además, reduce bloqueos porque sabes “por dónde empezar” aunque estés nerviosa o nervioso.
Por ejemplo, en oposiciones de Educación Primaria, tener claros los bloques de metodología, evaluación y atención a la diversidad evita quedarte en blanco aunque no recuerdes una definición exacta.
Repaso para fase oral o defensa ante tribunal
Aquí el error más común es repasar leyendo la programación didáctica o las unidades como si fueran un tema más. Pero en la defensa no te piden repetir, te piden justificar decisiones.
Qué funciona mejor:
- Hazte preguntas tipo tribunal (“¿por qué eliges esta metodología?”, “¿cómo evalúas esta competencia?”).
- Explícalo en voz alta, pero pon un tiempo limitado.
- Ten siempre una conexión constante con normativa educativa y contexto real de aula.
Verbalizar la información mejora la retención y la claridad del discurso. Además, reduce mucho la ansiedad, porque el día de la defensa la situación no te resulta nueva.
Si, por ejemplo, opositas a Educación Infantil, practicar cómo explicas una actividad concreta y qué competencia clave trabajas con ella es mucho más eficaz que releer la unidad.
¿Y si tu oposición combina varias pruebas?
En muchas convocatorias ocurre esto. La solución no es elegir un método, sino combinar:
- Test para precisión y normativa.
- Guiones para estructura.
- Preguntas orales para defensa y seguridad.
El error está en repasar todo igual. El acierto está en ajustar el método a lo que te van a exigir.
Cómo saber si tu sistema de repaso en oposiciones está funcionando
Una de las mayores fuentes de ansiedad en la preparación de oposiciones es no saber si lo que estás haciendo sirve de verdad. Estudias, repasas, haces test… pero la duda sigue ahí. La buena noticia es que un sistema de repaso eficaz deja señales claras, y puedes detectarlas mucho antes del examen.
Aquí no hablamos de sensaciones (“creo que voy mejor”), sino de indicadores concretos que te dicen si el repaso está cumpliendo su función.
Cada vez tardas menos en recuperar la información
Al principio es normal que un tema te cueste arrancar. Sin embargo, cuando el sistema de repaso funciona, ocurre algo muy concreto: necesitas menos tiempo para recordar la estructura y las ideas clave.
Por ejemplo:
- Antes tardabas 20 minutos en «situarte» en un tema.
- Ahora, en 5 minutos sabes por dónde empezar y qué puntos son esenciales.
Los errores en test se repiten cada vez menos
Hacer test no es solo contar aciertos. Es observar qué tipo de errores cometes.
Un sistema de repaso bien planteado provoca que:
- Los errores por despiste disminuyan.
- Las confusiones conceptuales se repitan menos.
- La normativa se fije mejor con el paso de las semanas.
Si sigues fallando siempre lo mismo, no es que “no se te dé bien”, es que ese punto no está entrando en tu circuito de repaso. Ahí tienes una pista muy clara de qué ajustar.
Puedes explicar un tema sin mirar, aunque no sea perfecto
No hace falta que recites el tema de memoria. La señal buena es otra: puedes explicarlo con orden, aunque te falten detalles.
Por ejemplo, si te presentas a una oposición educativa:
- Puedes explicar la idea general del tema.
- Sabes qué normativa educativa encaja.
- Puedes justificar decisiones básicas sin quedarte en blanco.
Esto indica que el repaso está trabajando la estructura mental del contenido, no solo frases sueltas. Y esa estructura es lo que te sostiene cuando aparecen los nervios delante del tribunal.
El repaso no te genera bloqueo ni rechazo
Este punto es muy importante. Cuando el repaso está mal planteado, suele generar rechazo: “no me da tiempo”, “no sé por dónde empezar”, “es imposible”. Cuando funciona, ocurre lo contrario: el repaso ordena. Una buena señal es que:
- Sabes qué toca repasar cada día.
- No intentas abarcar todo.
- Sales del repaso con una sensación de control, aunque hayas tenido fallos.
Ten siempre clara una cosa: el cerebro tolera mejor el esfuerzo cuando el objetivo está claro y acotado.
Tus simulacros se estabilizan (aunque no suban en picado)
Otro error habitual es esperar que las notas de simulacro suban de golpe. No suele pasar así. Lo que sí ocurre cuando el sistema de repaso funciona es:
- Menos altibajos entre simulacros.
- Menos “lagunas inesperadas”.
- Mejor gestión del tiempo.
Qué hacer si estas señales no aparecen
Si después de varias semanas no notas ninguno de estos cambios, no necesitas estudiar más horas. Lo que te conviene es ajustar el repaso:
- Menos relectura, más recuperación activa.
- Menos temas por sesión, más foco en errores.
- Más repaso dirigido y menos repaso general.
Cómo adaptar el sistema de repaso si trabajas o tienes poco tiempo para estudiar
Compatibilizar oposiciones con trabajo, estudios u otras responsabilidades no es una excepción, es la norma. Y aquí aparece uno de los mayores miedos: “con el poco tiempo que tengo, no puedo permitirme repasar”. La realidad es justo la contraria. Cuando tienes poco tiempo, repasar bien es todavía más importante.
Los repasos breves pero frecuentes generan más retención que sesiones largas y esporádicas. Esto encaja perfectamente con la situación de quien estudia con el tiempo justo: no necesitas más horas, necesitas mejor enfoque.
Cuando el tiempo aprieta, el repaso no puede ser “ver el tema entero”. Tiene que ser quirúrgico. Es decir, centrado solo en lo que aporta rendimiento.
✅ Qué sí merece la pena:
- Repasar errores reales (test fallados, conceptos que no salen).
- Recordar estructuras de temas, no textos completos.
- Activar la memoria con preguntas cortas.
❌ Que no merece la pena:
- Releer temas de principio a fin.
- Rehacer apuntes “bonitos”.
- Intentar abarcar demasiado en una sola sesión.
Micro-repasos que sí funcionan (aunque tengas 20 minutos)
No necesitas una tarde entera para repasar. De hecho, muchos opositores mejoran cuando introducen micro-repasos bien definidos.
Ejemplos prácticos:
- 10 minutos: escribir de memoria el esquema de un tema.
- 15 minutos: responder 8–10 preguntas tipo test y revisar solo los fallos.
- 20 minutos: explicar en voz alta un concepto clave como si se lo contaras al tribunal.
Prioriza el repaso según lo que más puntúa en tu oposición
Cuando el tiempo es limitado, no todo vale lo mismo. Aquí conviene ser estratégica o estratégico:
- Si el test pesa mucho, el repaso debe girar alrededor de test y normativa.
- Si hay desarrollo, prioriza guiones y estructura.
- Si hay fase de defensa, dedica parte del repaso a justificar decisiones de tu programación didáctica.
Reduce la carga mental: decide antes qué vas a repasar
Ten una lista fija de:
- Temas recientes para repaso corto.
- Temas problemáticos.
- Errores recurrentes.
Elige uno y repásalo. Sin más vueltas.
Ejemplos prácticos de planificación de repaso
Laura — Oposiciones de Educación Primaria (6 horas diarias)
Laura estudia de lunes a viernes, mañana y tarde. Ya tiene experiencia opositando y quiere llegar fuerte a la fase de desarrollo y defensa.
Objetivo del repaso:
- Consolidar temas.
- Conectar contenidos didácticos.
- Preparar defensa ante tribunal sin dejarla para el final.
Planning semanal de repaso (integrado en el estudio):
| Día | Repaso principal | Tipo de repaso | Ejemplo concreto | Tiempo |
|---|---|---|---|---|
| Lunes | Tema reciente | Repaso temprano | Escribir de memoria el esquema del Tema 12 + normativa LOMLOE asociada | 30 min |
| Martes | Errores habituales | Repaso selectivo | Revisar dudas sobre evaluación competencial y atención a la diversidad | 30 min |
| Miércoles | Bloque de temas | Repaso por conexión | Relacionar Temas 5, 6 y 7 (metodología, competencias clave y evaluación) | 45 min |
| Jueves | Repaso oral | Entrenamiento tribunal | Explicar en voz alta una decisión metodológica de su programación didáctica | 30 min |
| Viernes | Simulacro parcial | Repaso tipo examen | Guion cronometrado de un tema completo + revisión de estructura | 60 min |
Por qué funciona:
Laura no repasa “todo”. Cada día sabe exactamente qué toca y para qué, lo que reduce fatiga mental y mejora la coherencia del discurso ante tribunal.
Ejemplo 2: Marcos — Oposición de Justicia (5 horas diarias, prueba tipo test)
Marcos prepara oposiciones por libre. El test tiene mucho peso y sabe que sus puntos débiles son los plazos y la normativa.
Objetivo del repaso:
- Reducir errores repetidos.
- Automatizar normativa.
- Mejorar velocidad en test.
Planning semanal de repaso orientado a test:
| Día | Repaso principal | Tipo de repaso | Ejemplo concreto | Tiempo |
|---|---|---|---|---|
| Lunes | Tema nuevo | Repaso temprano | 20 preguntas tipo test del tema estudiado el viernes anterior | 25 min |
| Martes | Errores de normativa | Repaso dirigido | Solo preguntas sobre plazos procesales que suele fallar | 30 min |
| Miércoles | Bloque legal | Repaso comparativo | Diferenciar artículos similares de la LEC y la LOPJ | 40 min |
| Jueves | Test cronometrado | Simulación examen | Test de 50 preguntas con control de tiempo | 45 min |
| Viernes | Análisis de fallos | Repaso de recuperación | Repetir solo las preguntas falladas el lunes y martes | 30 min |
Por qué funciona:
Marcos no repite test por repetir. Usa el repaso espaciado sobre errores reales, lo que según estudios de aprendizaje mejora mucho más la retención que corregir en el momento.
Ana — Oposición educativa en recta final (7 horas diarias)
Ana tiene el temario completo y la convocatoria está cerca. Estudia muchas horas, pero ya no avanza temas.
Objetivo del repaso:
- Entrenar rendimiento.
- Reducir bloqueos.
- Ganar seguridad.
Planning diario de repaso en recta final:
| Momento del día | Tipo de repaso | Qué hace exactamente | Tiempo |
|---|---|---|---|
| Mañana | Simulacro | Desarrollo de un tema completo en tiempo real | 2 h |
| Mediodía | Análisis | Detectar fallos de estructura, normativa y ejemplos | 45 min |
| Tarde | Repaso dirigido | Reforzar solo los puntos que han fallado en el simulacro | 60 min |
| Final del día | Repaso ligero | Explicar oralmente un concepto clave o una unidad didáctica | 20 min |
Por qué funciona:
Ana no “repasa por si acaso”. Todo el repaso está orientado al rendimiento real, lo que reduce ansiedad y mejora consistencia en simulacros.
Clara — Oposiciones de Educación Infantil (1,5–2 horas diarias)
Clara trabaja por las mañanas y estudia casi todos los días por la tarde. Su mayor miedo es no llegar a consolidar el temario.
Objetivo del repaso:
- No olvidar temas anteriores.
- Mantener contacto constante con normativa educativa.
- Llegar a la convocatoria con seguridad básica.
Planning semanal de repaso (tiempo ajustado):
| Día | Repaso principal | Qué repasa exactamente | Tiempo |
|---|---|---|---|
| Lunes | Tema reciente | Esquema de memoria del último tema + normativa clave | 15 min |
| Martes | Errores habituales | Revisar conceptos que no le salieron bien en test | 15 min |
| Miércoles | Bloque pequeño | Relacionar 2 temas similares (metodología o evaluación) | 20 min |
| Jueves | Repaso oral | Explicar en voz alta un concepto como si fuera el tribunal | 15 min |
| Viernes | Mini simulacro | 5–8 preguntas tipo test o guion rápido de un tema | 20 min |
Por qué funciona:
Clara nunca deja pasar una semana sin repasar. Aunque los bloques son cortos, la frecuencia mantiene los temas vivos y evita tener que reaprenderlos más adelante.
Marta — Oposición educativa con poco tiempo y fines de semana
Marta solo puede estudiar entre semana tres días y algo más los fines de semana.
Objetivo del repaso:
- No perder contacto con el temario.
- Preparar desarrollo y defensa sin saturarse.
- Mantener continuidad.
Planning mixto (entre semana + fin de semana):
| Día | Tipo de repaso | Qué repasa exactamente | Tiempo |
|---|---|---|---|
| Martes | Repaso corto | Esquema de un tema antiguo + normativa educativa | 20 min |
| Jueves | Repaso por bloques | Relacionar 2 temas clave de didáctica | 30 min |
| Sábado | Simulacro parcial | Guion cronometrado o mini desarrollo de tema | 60 min |
| Domingo | Repaso dirigido | Corregir solo los fallos del simulacro | 30 min |
Por qué funciona:
Marta no intenta estudiar todos los días. Prioriza continuidad y repaso bien enfocado, lo que según estudios de aprendizaje mantiene mejor la memoria que los atracones puntuales.
Como ves en estos ejemplos, llegar a la convocatoria con el temario controlado no es solo cuestión de horas de estudio, sino de cómo has trabajado el repaso durante todo el proceso. Cuando el sistema está bien planteado, el estudio deja de ser una carrera contrarreloj y se convierte en un proceso mucho más estable: sabes qué toca cada día, detectas errores antes de que se enquisten y llegas al examen con una sensación real de control.
Además, en muchas oposiciones no basta con aprobar. El baremo de méritos marca la diferencia, y ahí entran en juego los cursos homologados. Integrarlos bien en tu planificación te permite sumar puntos sin frenar el estudio, reforzar áreas concretas del temario y mantenerte actualizado en normativa educativa, metodologías y competencias clave.
Si estás preparando oposiciones por libre o estudias sin academia, contar con cursos homologados online, flexibles y reconocidos oficialmente, puede ayudarte a equilibrar dos objetivos clave: mejorar tu nota en la fase de oposición y aumentar tu puntuación en el baremo.
👉 En APPF encontrarás cursos homologados con créditos ECTS, pensados específicamente para opositores, que puedes adaptar a tu ritmo de estudio y encajar dentro de tu sistema de repaso sin sobrecargarte.
Porque opositar no va solo de estudiar más, sino de estudiar con estrategia y sumar donde realmente cuenta.







