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Conciliar la vida profesional y la familiar no siempre es fácil y requiere de ciertos sacrificios. Preparar una oposición cuando se tienen hijos a cargo supone un doble esfuerzo puesto que a la dificultad de encontrar tiempo para dedicar al estudio, se unen rutinas de estudios que son interrumpidas por llantos, rabietas, peleas y reclamos varios, el cansancio provocado por noches en vela o enfermedades inesperadas. Aunque a priori parezca misión imposible, compaginar el estudio de una oposición con las obligaciones como padre o madre también en posible. Solo requiere de una buena planificación y una serie de pautas que deben cumplirse a rajatabla.
Veamos algunos consejos al respecto.
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Ser padre o madre y estudiar al mismo tiempo son dos misiones que, a priori, suenan incompatibles. Cuando se tienen hijos, la dedicación a ellos suele ser muy alta, pues la exigencia de atención es constante. Especialmente cuando se tiene más de un hijo. Cada edad tendrá sus demandas, en edades de 0 a 3 años son habituales los cambios de pañales, noches de sueño interrumpidas, enfermedades por virus contagiados en centros escolares, ratos de juego, de alimentación o de paseo. A partir de esa edad son más frecuentes las idas y venidas a actividades extraescolares, ayuda con las tareas escolares, ratos de lectura, juegos o actividades en familia, etc. Después de todas estas tareas diarias es comprensible que el cansancio haga acto de presencia. Por no hablar de la escasez de tiempo que deja la práctica de todas estas labores paternas o maternas.
Podrás sentir que eres incapaz de centrarte en tus estudios, de encontrar el ánimo y las fuerzas para emprender un trabajo de estudio y memorización de conceptos. Se agolparán frases como “no tengo tiempo”, “no tengo fuerzas”, “ya no soy joven para esto”…pensamientos angustiosos y limitantes que solo te llevan a no poder enfrentarte a tu tarea de preparar una oposición.
Pero entonces, ¿cómo hago para preparar una oposición?.
De acuerdo, cumplir con un horario fijo para el estudio de una oposición cuando se cuida a los más pequeños de la casa no resulta sencillo, sin embargo, es importante no dejar de establecer y fijar los horarios de estudio. Marcar un mínimo de horas diarias a dedicar a la preparación de la oposición e intentar que estas no bajen, salvo por circunstancias muy necesarias. Si esto ocurre, habrá que intentar recuperar ese tiempo en otro momento del día o, por ejemplo, durante el fin de semana o cualquier otra jornada donde se pueda gozar de mayor libertad en la tarea de cuidar a los niños.
Por supuesto, el tiempo empleado deberá ser lo más efectivo posible. En ocasiones, dos horas de estudio al día con la máxima concentración, pueden resultar más provechosas que una larga jornada frente a los temas y apuntes. Si se logra cumplir con este tiempo mínimo diario preestablecido, estaremos consiguiendo una motivación añadida que nos reforzará en nuestra preparación. Nos demostraremos a nosotros mismos ser capaces de mantener un hábito en condiciones complicadas y sacar el mayor rédito de él.
Busca ese momento, bien puede ser por la noche, cuando los niños ya estén dormidos y todas las tareas de la casa realizadas, o bien puedes hacerlo madrugando antes que ellos. Las horas de sueño infantil son vitales para poder disponer de este tiempo tan esencial para estudiar.
Pide apoyo a tu pareja, familia o amigos. Establece algún momento del día en que esa persona de apoyo lleve a los niños al parque de juegos, al cine o alguna actividad infantil. Esos momentos podrás aprovecharlos para ser productivo en tu estudio.
Se trata de encontrar un hueco del día óptimo para estudiar y no estudiar cuando encuentres de repente ese hueco.
La motivación es un gran aliado de cara a tener éxito en una oposición. Para lograr esta motivación en el estudio cuando se tienen hijos a cargo, será fundamental haber aceptado previamente las renuncias que implicará la dedicación al estudio. Aficiones, amistades o alternativas de ocio quedarán al margen; pero también la renuncia a ciertos aspectos de la vida familiar como salidas al parque infantil, juegos y lecturas, paseos, etc.
No se trata de que dejes de hacer por completo estas actividades, pero sí en menor medida. Habrá que mentalizarse en todas y cada una de las facetas que desatenderás para poder avanzar en tu preparación, solo así se podrá rendir óptimamente. Como indicábamos en el párrafo anterior, ser conscientes de nuestros progresos y cumplir diaria y productivamente con la rutina de estudio será el mejor estímulo para nuestra motivación de cara a la preparación de una oposición.
Eso sí, cuando juegues con tus hijos o les dediques ratos a su atención trata de disfrutar de esos momentos y conseguir energía necesaria de los buenos momentos que pueden ofrecer los pequeños de la casa, para trasladarla a tus momentos de estudio.
Para el óptimo aprovechamiento del tiempo y el mayor rendimiento es esencial, crear un ambiente de estudio apropiado en el que poder sentirse cómodo. Un rincón del hogar que sea lo más tranquilo posible, donde poder tener recopilado el material para el estudio y que esté lo más alejado de otros espacios del hogar donde los niños juegan. Si no tienes otra opción que compartir el espacio de estudio con tus hijos necesitarás adaptarte a él. Si tu hijo es un bebé lactante podrás aprovechar las horas que duerme a tu lado para hacerlo. Proporciona juegos u otras actividades de ocio en las que puedan distraerse mientras tu repasas tus apuntes con ellos a tu lado. Está claro que no todos los niños son capaces de entretenerse solos pero iniciándoles en una actividad o juego que les estimule y les invite a seguir desarrollándolo de manera individual podrás ganar un tiempo precioso para estudiar.
Vivimos en una era digital que nos brinda la oportunidad de poder adaptar tu estudio si el modelo clásico de sentarte en un escritorio rodeado de temas y apuntes no resulta factible para ti. Gracias a la tecnología podemos estudiar mientras escuchamos un podcast relacionado con los contenidos a aprender, mientras vemos un vídeo de YouTube sobre la materia o una ponencia online. Puedes hacerlo mientras conduces, caminas, haces la compra o realizas las tareas propias del hogar. Readapta tu manera de estudiar. Busca nuevas vías y soluciones para aprender contenidos. Hoy en día las posibilidades para el estudio son mayores.
Has decidido estudiar una oposición por voluntad propia, porque has analizado tu futuro profesional y ese es el lugar y puesto en que quieres estar. Si aprendes a valorar este periodo vital que vas a afrontar y a tomarlo con optimismo ten por seguro que tendrás un mejor ánimo para afrontar tus breves pero intensos ratos de estudio. Notarás que la productividad es mayor y que eres capaz de asimilar los conceptos de mejor manera que si estudias desde la desmotivación y la inapetencia.
Una vez fijado tu objetivo de superar una oposición, haz saber a todo tu entorno de tus intenciones; planifica con tu pareja aquellas tareas a realizar en el cuidado de los hijos y define cuáles son aquellas cuya descarga te permitirá avanzar en tu estudio (la ida y vuelta a la guardería o colegio, la hora de la comida, etc.). Apóyate en abuelos, hermanos, amigos o personas de confianza para que puedan ayudarte en el cuidado de los hijos, o en su defecto, encuentra alternativas como ludotecas o guarderías.
Estudiar mientras cuidas a tus hijos es, insistimos, una tarea complicada y no siempre alcanzable. Habrá días que bien por enfermedades de los pequeños o por otras necesidades escolares, de juego, o básicas te resulte imposible sacar un rato para estudiar. En esos casos debes tener fortaleza y no agobiarte por no haber podido estudiar. Podrás sentir que se te acumulan los temas y que tu vida no te permite tener la posibilidad de sentarte a estudiarlos, pero no caigas en el pesimismo ni la negatividad. Piensa que, por tus circunstancias particulares, estos parones son inevitables y deberías contar de antemano con que ocurrirán. Deberás ser perseverante y tener mucha fuerza de voluntad para no caer rendido.
Tampoco cargues con la sensación de culpa por no restar tiempo a tus hijos para dedicarlo a la preparación de una oposición. Debes dar la vuelta a ese sentimiento y convertirlo en algo positivo. Pensar que estás apostando por un futuro mejor que te garantizará mayor cantidad de tiempo con tus hijos así como un futuro con mayor estabilidad.
Si defines bien las pautas de estudio, estableces una buena planificación y cumples con pequeños objetivos que te aporten confianza y motivación en la preparación de las oposiciones, encontrarás el equilibrio perfecto entre las horas de estudio y el tiempo para cuidar a los pequeños de la casa. No es tarea sencilla, pero no olvidemos una cuestión muy importante, los ratos con nuestros hijos son un excelente apoyo anímico, que nos dará optimismo, energía, desconexión e ilusión para lograr un futuro laboral para ti y toda tu familia. Preparar una oposición es una carrera de fondo y, hacerlo cuando tienes hijos es una carrera de fondo con algún que otro obstáculo a sortear. No serás ni el primero ni el último que logra aprobar una oposición con hijos a cargo. Así que convéncete a ti mismo de tus posibilidad y ¡trabaja en tu objetivo con motivación!.
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