¿Recuerdas cuando aprendiste a multiplicar memorizando las tablas y recitándolas de manera ordenada? Sí, de eso ya ha llovido pero seguro que, a pesar del paso del tiempo, no has olvidado cantarlas de manera correlativa o a saber responder con rapidez el número exacto de una multiplicación en cualquier situación de tu vida diaria.
Las tablas de multiplicar no son más que esa herramienta para el aprendizaje de la operación de la multiplicación, las cuales resumen todos los resultados numéricos básicos para servir como apoyo a aquellos alumnos que se enfrentan al aprendizaje de la multiplicación, tras haber aprendido previamente otras operaciones como la suma o la resta.
En muchas ocasiones, las tablas son muy temidas por los niños durante la fase de aprendizaje. Por eso es importante introducirlas en la enseñanza en el momento justo y apropiado y, sobre todo, intentar razonarlas para una mayor comprensión. Para ello existen un buen número de trucos y estrategias que ayudarán a interiorizarlas y aprenderlas correcta y sencillamente.
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Por lo general, los alumnos comienzan a tener su primera toma de contacto con las tablas de multiplicar a finales de Segundo de Primaria, con 7 u 8 años de edad. Una pequeña aproximación al concepto de multiplicación que se ampliará en los cursos inmediatamente posteriores, Tercero y Cuarto de Primaria, donde se abordarán en profundidad.
Es muy importante que antes de enfrentarse al concepto de multiplicación, el alumno haya podido aprender y comprender nociones como la ordenación de los números, las sumas, o el concepto de cantidad. Muchas veces, un alumno da el salto al aprendizaje de multiplicaciones sin haber aprendido debidamente los pasos previos, lo cual generará problemas en el proceso lógico de aprendizaje matemático del niño o niña.
Por eso, se antoja fundamental poder establecer una buena base matemática en el alumno; sumar, restar o realizar multiplicaciones básicas y simples son acciones que deben realizarse con suficiencia para poder acceder al siguiente estadio de aprendizaje. Aunque cada niño lleva su propio proceso de enseñanza con diferente velocidad, se debe observar con atención cuándo cuenta con la madurez cognitiva y la motivación exacta para asumir nuevos retos y conocimientos.
Las tablas de han de ser recordadas por el alumno, y eso conlleva la consecuente memorización de las mismas. Sin embargo, al contrario de la creencia habitual, aprender las tablas no implica únicamente su simple y directa memorización, sino que habrá que razonarlas y entenderlas con anterioridad para así poder retenerlas. Y es que, para encontrar la motivación en el niño para el aprendizaje de las tablas de multiplicar, este debe descubrir su funcionamiento. No vale con recitar cantando los resultados de cada multiplicación de la tabla, sino saber cómo y de qué manera se ha llegado a ese resultado.
Para trabajar correctamente las tablas habrá que enseñar al alumno un principio básico; la multiplicación no es más que la suma sucesiva de un número. Si el niño o niña saben que 5×5 es el resultado de sumar 5 veces 5, entenderá el por qué de la cifra final de esa multiplicación, siendo más fácil su interiorización y aprendizaje. (Sumas de sumandos iguales)
Cuando el niño o niña hayan superado las etapas básicas del aprendizaje matemático, llegará el momento de aprender las tablas, y para ello existen ciertos trucos que pueden ayudar en su enseñanza.
Un buen consejo es que antes de afrontar el aprendizaje de las tablas es que el niño o niña visualice (sin la presión y necesidad de aprenderlas), las tablas. Un primer vistazo y toma de contacto que le permitirá saber a qué se enfrenta y cuál es el formato y ordenación lógica de las tablas de multiplicar.
Una vez hecho, ¿por dónde empezar? Pues por aquellas tablas que son más sencillas de aprender.
Esas tablas son las correspondientes a los números 0,1,2,5 y 10. Unas tablas que cuentan con unas reglas muy simples que el niño podrá entender rápidamente.
Si a un niño le decimos que:
ese alumno tendrá una primera y satisfactoria aproximación a las tablas de multiplicar, que le resultará sencilla y agradable y le motivará a seguir aprendiendo.
Algunas de las tablas pueden aprenderse con la ayuda de pequeños trucos, como son la tabla del 4 o del 9. Veamos;
En la tabla del 4, bastará con separar el número que queremos multiplicar por 4, y sumarlo una vez a sí mismo. Posteriormente el número resultante lo volveremos a sumar a sí mismo y el resultado de esas dos sumas será también el resultado de la multiplicación. Por ejemplo:
Separamos el 6 y lo sumamos: 6 + 6 = 12
Ahora separamos su resultado, 12 y volvemos a sumarlo: 12 + 12 = 24
Ya tenemos el resultado de 6 x 4 = 24
Sencillo, ¿verdad? Ten también en cuenta que si multiplicas 6 por un número par, siempre acabará en esa misma cifra.
Con la tabla del 9 también existen varios trucos a aplicar. El más práctico es aquel que nos invita a crear dos columnas de números. Una en orden creciente del 0 al 9 y la otra en orden decreciente del 9 a 0. Al unirlas, su resultado será el mismo que el resultante de multiplicar la tabla del 9
0 9
1 8
2 7
3 6
4 5
5 4
6 3
7 2
8 1
9 0
Seguro que tu aprendiste las tablas de multiplicar ayudándote de este método, ¿verdad? La propiedad conmutativa es una sencilla regla que nos dice que el orden de los factores no altera el producto, es decir, 3 x 4 da el mismo resultado que multiplicar 4 x 3. Un viejo y práctico atajo para recordar más fácilmente las tablas de multiplicar.
Aprendiendo unas reglas muy simples sobre números pares e impares podremos encontrar una gran ayuda a la hora de recordar el producto de una multiplicación. Ten en cuenta lo siguiente:
– Par x Par = Par
– Par x Impar = Par
– Impar x Par = Par
– Impar x Impar = Impar
Más allá de poner en práctica estos trucos para aprender de forma sencilla las tablas, una buena manera de memorizarlas es la de aprender jugando. Existen numerosos juegos, libros motivadores, recursos gratuitos e incluso cursos para profesores en la red especialmente preparados para facilitar el aprendizaje de las tablas, a los que poder recurrir en cualquier momento. Del mismo modo, el aprendizaje lúdico de las tablas siempre ha ido de la mano de las canciones ¿quién no ha aprendido las tablas de multiplicar cantando una canción? Muchos de nosotros lo hemos hecho. Una técnica en constante renovación con nuevas canciones específicas para las tablas de cada número, que también pueden encontrarse con una simple búsqueda en internet.
Como comprobarás, existen mil formas de jugar con los números para aprender con facilidad las tablas de multiplicar. Recuerda que aprenderlas debidamente y usarlas con solvencia será algo indispensable para poder llevar a cabo otras operaciones matemáticas más complejas como ecuaciones, raíces cuadradas, áreas geométricas, etc.
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