Aunque ha venido de manera sobrevenida, lo cierto es que durante este año 2020 han sido muchos los profesores que han tenido que adaptarse para empezar a impartir sus clases de manera online o virtual. Cambiar de un formato presencial a otro virtual no sólo supone poner una pizca de tecnología entre el alumno y profesor, sino que hay que adaptar los tiempos y la forma de explicar el temario para mantener el entusiasmo y el interés en los alumnos. Hay que conseguir una mejora en la interacción. Existen cientos de recursos que permiten dar un enfoque totalmente distinto a cada clase e, incluso, fomentar la participación de formas más creativas que en una clase presencial.
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Desde APPF estamos convencidos de que una buena clase online puede provocar que el alumno mantenga el mismo nivel de interés que en una clase presencial. Buen ejemplo de ello es cualquier curso homologado de APPF. sólo es necesario aprovechar las opciones y herramientas disponibles. Dependiendo de la plataforma didáctica que se utilice, tendremos disponibles unas herramientas u otras, pero lo cierto es que todas ofrecen una amplia variedad de opciones que van mucho más allá de subir unos documentos con apuntes para que los alumnos lean antes o después de la sesión. Trabajar la creatividad, el pensamiento crítico, la participación o el trabajo en equipo puede ser sencillo si exploramos todo lo que pueden dar de sí estás plataformas.
En este artículo solo daremos algunas ideas y opciones con las que sacar más partido a cada una de las clases online del curso, pero seguro que los profesores pueden descubrir muchas más opciones dedicando algo más de tiempo a explorar su plataforma.
En un colegio o instituto, cada alumno tiene su propia mesa en la que se siente cómodo e identifica como su lugar de trabajo. En muchos casos, realizar un curso a distancia o dar clases online reduce las posibilidades de que los alumnos puedan reservar un sitio en casa únicamente para dar las clases diariamente, pero, al menos, tienen que intentar que siempre sea el mismo espacio para mejorar su nivel de concentración.
Dedicar un par sesiones a concienciarlos sobre este tema y ayudar a los alumnos a encontrar el espacio perfecto para estudiar puede suponer un cambio radical en su rendimiento durante el resto del año. Invitarles a buscar un espacio con luz natural, una silla cómoda y una mesa con el espacio suficiente como para tener el portátil o Tablet junto a los libros y apuntes en papel es básico para que el alumno pueda estar al 100% en cada una de las clases.
También es importante concienciarles sobre los beneficios de no dar la clase en pijama para evitar la tentación de volver a la cama durante las primeras horas de la mañana o alejar la consola u otros pasatiempos que puedan distraerles durante las sesiones.
Acceder a la plataforma online y descubrir que un profesor ha subido una veintena de documentos nuevos de un día para otro puede abrumar a cualquier alumno. En lugar de liberar todo el temario de golpe, es posible distribuirlo en módulos o bloques que se vayan publicando poco a poco. De esta forma, el alumno tendrá una verdadera sensación de progreso al ver que se ha publicado un nuevo módulo y tendrá la motivación perfecta para estudiarlo antes de que se acumule con el siguiente.
En este sentido, también es importante que el contenido de cada módulo se adapte realmente al contenido que se está explicando en las clases. Si los alumnos comprueban que los documentos que están estudiando están estrechamente relacionados con el temario que se ha explicado en las últimas clases, tendrán un motivo real para repasarlos cuanto antes.
La mayor parte de las plataformas didácticas cuentan con varias herramientas que contribuyen a fomentar la participación de los estudiantes. Establecer debates o dudas en el foro y proponer recompensas para los más activos es la manera perfecta de crear una comunidad real que se retroalimente fuera del horario lectivo.
Existen muchas técnicas de gamificación asociadas a foros de discusión para fomentar la participación de los usuarios que van desde implementar un contador de mensajes, un ranking con las personas más participativas o, incluso, desbloquear logros o medallas por realizar acciones concretas como ser la primera persona en responder a una duda de otro usuario o plantear varios temas nuevos en el foro. Los sistemas de puntuación y medallas se pueden limitar a establecer una clasificación online o se puede trasladar más allá dando pequeñas bonificaciones en la calificación de alguna práctica o examen a las personas más participativas.
Igual que se fomenta la participación en la plataforma es posible fomentarla dentro de la clase online. Dependiendo del tipo de clase o del temario que se esté dando en cada momento se pueden establecer distintos sistemas para mantener la atención del alumno y fomentar su participación. Por ejemplo, asignando un número a cada alumno y utilizando herramientas como random.org podemos sacar números aleatorios cada cierto tiempo para realizar una pregunta relacionada con la clase a la persona que haya salido elegida. Al ser totalmente aleatorio, los alumnos tendrán que prestar atención en todo momento.
También se pueden aprovechar los complementos que aportan las herramientas que permiten compartir e interactuar con la pantalla de los distintos miembros de la reunión para que los alumnos resuelvan ejercicios delante del resto de la clase. De hecho, es posible darles el control temporalmente para que puedan escribir y dibujar en la pantalla como si fuera una pizarra y así mantener la atención de todos los alumnos durante la resolución de ejercicios.
Todas las sesiones online cuentan con un chat general en el que los alumnos pueden escribir para participar y resolver sus dudas. Sin embargo, muchos no expresarán todas sus dudas por temor a quedar en ridículo delante de sus compañeros. Para resolver este problema, es posible facilitar el acceso a chats individuales en los que cada alumno pueda hablar con el profesor de manera privada. Ahí podrán exponer todas sus dudas y resolverlas en la intimidad sin la presión social que ejerce el resto del grupo.
Es posible que habilitar un chat para cada alumno pueda suponer un goteo constante de mensajes durante todo el día, por lo que se pueden activar y desactivar manualmente y establecer horas de tutorías online. De esta forma, los chats solo estarán abiertos durante las horas de tutorías y las dudas y consultas se concentrarán en esas horas concretas reservadas para resolverlas.
En el día a día de una enseñanza presencial, todos los alumnos interactúan entre sí forjando relaciones de amistad. Sin embargo, en la enseñanza digital es más complicado que personas que no tienen un contacto físico directo día a día desarrollen ese tipo de relaciones. Es posible reducir ese impacto negativo fomentando los trabajos en grupo, las charlas para reflexionar sobre temas expuestos en clase e incluso crear varios grupos de debate para que cada equipo tenga que defender una idea concreta delante del resto de la clase. Estas actividades serán el recurso perfecto para fomentar la cooperación y la relación entre alumnos.
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