Appf ofrece un curso homologado sobre inteligencia creativa para docentes de alumnos de primaria y secundaria. Un curso homologado que busca dotar a los profesores de herramientas con las que estimular un sentido innovador y proactivo en el alumnado.
Sin embargo, la inteligencia creativa tiene un origen mucho menos especial y es algo que resulta más práctico de lo que se había creído hasta ahora. La inteligencia creativa sirvió siempre para alimentarse, para ganar la batalla a la naturaleza y para perpetuar la especie.
Lo que propone el curso homologado de Appf es apostar por la inteligencia creativa en el aula, con la vista puesta en un tipo de comportamiento humano, que nuevos estudios han demostrado más relacionado con la supervivencia pura y dura de la especie, que con una idea cuasi mágica de un esfuerzo para crear por y para el regocijo del espíritu. La inteligencia creativa no fue cosa de diletantes, fue, y es, una herramienta para mantener la vida.
La inteligencia creativa es un aspecto de la biología humana que se relaciona con la superación de la realidad mediante logros personales fuera de lo usual. Sin embargo, la inteligencia creativa tiene un trasfondo que se ha revelado como parte de una colección de estrategias humanas para la supervivencia.
Tanto en sus ámbitos operativos naturales como sociales, la inteligencia creativa supone la toma en consideración por parte del individuo de pautas para hacer algo con lo que resolver cuestiones con las que innovar.
La inteligencia creativa se diferencia de la simple inteligencia recurrente o instrumental en que, éso, supone soluciones nuevas, renovación, que enfrenta al individuo con el medio para transformarlo y que el hombre ha heredado en sus pautas de comportamiento para dominar su entorno.
La inteligencia común es conservadora, es práctica, sí, pero sigue una disciplina, unas pautas, una lógica y una perspectiva realista que no acaba por no resultar eficazmente superadora como la inteligencia creativa. Se resulven los problemas de forma común y se avanza, pero no hay cambio.
Resulta difícil hacer comprender a un educador que apuesta por desarrollar la inteligencia creativa en el aula, que busca hacer especialmente sensibles a sus alumnos que a lo que apela con una motivación orientada es a sacar un sentido ancestral que tiene que ver de una forma limitada con procesos mentales que se desarrollan en la parte derecha del cerebro y mucho más con el atavismo de cazadores y recolectores primitivos.
En todo caso, sea cual sea el origen, el curso homologado de Appf servirá para desarrollar entre los alumnos una inteligencia emocional basada en estimular las iniciativas personales para ganar conocimiento, en alimentar de manera dinámica el uso de la intuición, el espíritu analítico, el sentido común, la imaginación, la inspiración, en tareas concretas y en proyectos más ambiciosos del curriculo escolar.
Si estás interesado en hacer de este recurso ancestral una herramienta realmente útil sigue este enlace al curso homologado de Appf.